Looks para hacer deporte

Publicado el 07 junio 2013 por Susana Santos @susanasantos68

Vettel celebra su tercer triunfo del curso en Suzuka -EFE.

Cuando las cámaras de televisión se centran en el detalle de un dedo índice que va de un sitio para otro no hay dudas: acaba de ganar Sebastian Vettel (Heppenheim, Alemania, 1987). Es su celebración predilecta, la forma más gráfica de decir que, efectivamente, ha sido el número uno. O quizás sea por su obsesión por los rituales y las supersticiones, pues Vettel bautiza a sus monoplazas para que no le den mala suerte. Al Toro Rosso de 2008 le puso Julie, al Red Bull de 2009 Kate, nombre que cambió a Kate’s Dirty Sister (la hermana sucia de Kate) después de un accidente con Robert Kubica en la carrera inaugural. Este curso el alemán pilota el Luscicus Liz (deliciosa o seductora Liz, un guiño a su mujer), con el que festejó en el GP de Japón el tercer triunfo del curso tras Malasia y Valencia. Una victoria sin discusión, formalizada en la calificación y reafirmada en carrera, para que Vettel recortase a 14 puntos la desventaja con respecto al líder, su compañero Mark Webber, segundo en Suzuka, para completar el tercer doblete de Red Bull en 2010.  Fernando Alonso consiguió “lo máximo” a lo que podía aspirar, el tercer puesto, en un terreno tan favorable a los monoplazas diseñado por Adrian Newey. Alonso también se queda a 14 puntos a falta de tres carreras: Corea, Brasil y Abu Dabi. M


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