Leah Binder escribe en Forbes un interesante artículo que me pasa mi amigo el dr. Josep Vidal. En él reflexiona sobre los 5 peores problemas de la sanidad estadounidense.
Problem 1: Too Much Unnecessary Care
Problem 2: Avoidable Harm to Patients
Problem 3: Billions of Dollars are Being Wasted
Problem 4: Perverse Incentives in How We Pay for Care
Problem 5: Lack of Transparency
En España yo añadiría alguna pincelada:
1.
Millones de consultas a médicos de familia por causas burocráticas evitables (vengo a por mis recetas...)
Millones de consultas por problemas banales que el propio paciente podría solucionar.
Millones de pruebas diagnósticas innecesarias
2.
Uso excesivo de antibióticos y medicamentos.
Uso excesivo de técnicas diagnósticas agresivas.
Uso excesivo de técnicas terapéuticas agresivas.
3.
Se despilfarran recursos de muchas formas:
a. Teniendo profesionales desmotivados
b. En tratamientos no útiles (protectores del cartílago...)
c. Con la mala coordinación entre hospitales y centros de salud
d. Con la abundancias de jefes y cargos intermedios
e. Con asesores poco eficientes.
4.
Incentivación perversa de profesionales. Un médico de familia que tenga 2200 pacientes (un servidor) gana igual que uno que vea 1500. Un médico de familia que haga investigación, docencia, publicaciones, innovación... gana igual que uno que no lo haga. Un profesional sanitario que llegue tarde, tome café o se escaquee gana igual que uno que no lo haga. Podríamos seguir...
5.
Al ser los sistemas sanitarios opacos es muy difícil comparar calidad, seguridad y gasto. La transparencia debería ser obligatoria para que el ciudadano y la sociedad ganaran.
Por otro lado, considero que hay otros problemas mucho más graves:
1.Crisis del modelo biomédico y de la definición de salud y enfermedad
Cada vez creamos más etiquetas de enfermedad, hay más enfermos que sanos. Convertimos en enfermedad el embarazo (montones de pruebas, medicamentos...), el parto (hospitalizado, controlado, hipervigilado), la menopausia, la vejez... incluso la infancia (niños movidos). La definición de enfermedad es más amplia y la de salud más estrecha.
2. Precarización de la salud social y de la personal.
El ciudadano cada vez tiene más difícil gestionar su salud, es más dependiente del sistema. Por otro lado los hábitos de vida condicionan obesidad, sedentarismo, uso de tóxicos... que quitan salud a las personas. El sistema sanitario termina siendo un enorme laberinto lleno de Minotauros, pruebas y peligros. La gran incertidumbre social genera angustia y ansiedad, la crisis de valores tristeza y depresión... Encontrar una buena noticia viene siendo tan raro como encontrar alguien sonriente, este probáblemente no sea el camino.
3. Desmotivación de los profesionales sanitarios
Los sistemas sanitarios suelen maltratar a sus profesionales, con sobrecargas, faltas de incentivación, sistemas rígidos, burocracia... Trabajar en contacto con el dolor y la enfermedad es delicado, quema fácilmente a quien se acerca a ello. No hay una cultura de protección del profesional sanitario. Un profesional quemado no trabajará bien. Tampoco hay una comunicación interna. Las instancias de gobierno no escuchan al profesional de trinchera (oyen sus quejas desde lejos pero no bajan a interesarse). El trato a los recursos humanos es muy ineficiente en general.
4. Falta de visión, misión y valores
No hay una visión política a largo plazo. Se conduce la nave a base de bandazos y de intereses cortoplacistas. Así es imposible navegar. Los valores están en entredicho. La tesis de la Consejería de Sanidad de Madrid es introducir la gestión con ánimo de lucro de hospitales y centros de salud. Primar el ahorro (eficiencia) sobre la justicia (equidad). Muchos nos tememos que será mas caro finalmente y claramente injusto (los pacientes no rentables serán excluidos). Este choque de valores ha condicionado la #mareablanca y es otra gran amenaza para el conjunto de la sociedad.
5. La pirámide de población
¿Conocen a alguien con más de 60 años que esté sano? ¿conocen cómo será la pirámide de población española en 10 años?... pues no les digo en 20. Este es de todos el principal problema. Gestores como Rafael Bengoa se dieron cuenta, pero pocos más.