Los Aceites esenciales y la Fibromialgia

Por Artricenter

Ya hemos visto que una de las teorías de las causas de la Fibromialgia, nos lleva al cerebro, concretamente al Hipotálamo. Curiosamente, esta zona del cerebro tiene una gran importancia en la interacción de los aceites esenciales en el organismo.

Para poder entender cómo los aceites esenciales pueden llegar a influir de manera notoria en nuestro cuerpo, basta con pensar durante unos segundos en los olores de nuestra vida. Al nacer, el sentido del olfato predomina por encima de todos los demás, pues el oído y la vista tardarán aún en desarrollarse. Tal es así que un niño pequeño “busca” el pecho de su madre con el olfato, como si de cualquier otro animal se tratase. Se sentirá seguro si junto a él nota la presencia materna asociándola a su olor.  A menudo olemos alimentos que aparentemente no presentan anomalías y sin embargo no los comemos. Nuestro sentido nos dice que no debemos ingerir un yogur si “huele a vinagre”, o beber un agua que simplemente tiene olor.  A menudo, percibimos algún olor o aroma e inmediatamente nos “transportamos” a otro momento y otro lugar. Decimos entonces que el olor nos es familiar. Esto se debe a que asociamos esos olores a recuerdos que guardamos. Éstas son respuestas que nos da nuestro cerebro ante los olores que percibimos.  Pero también podemos hacerlo de otra manera. Sabiendo la posible respuesta del cerebro ante determinados olores, podemos suministrarnos diferentes aromas y obtener así la reacción que deseamos. A esto, lo llamamos Aromaterapia.

Volviendo al tema de la enfermedad, hemos podido ver que los enfermos de Fibromialgia sufren numerosos síntomas, a veces con remedios que pueden resultar incompatibles. Existen cientos de aromas que nos ayudan a calmar los síntomas y en algunas ocasiones incluso a eliminarlos, sin que exista riesgo de interacciones ni efectos secundarios. Para ello, podemos usar los aceites esenciales en masajes, baños o simplemente por inhalación. Es muy importante que, a la hora de disolver los aceites esenciales en un aceite portador, éste sea vegetal prensado en frío y de origen ecológico.

Tipos de aceites esenciales para la Fibromialgia

Algunos tipos de aceites esenciales muy útiles para tratar la Fibromialgia, atendiendo a sus diferentes síntomas, son:

DOLOR ÓSEO: Aceite esencial de gaulteria, abeto, eucalipto, ciprés, pino, menta, helichrysum, clavo, pimienta negra y sándalo.

DOLOR CRÓNICO: Aceite esencial de menta, helichrysum, gaulteria, jengibre, clavo, orégano, romero, albahaca, mejorana, ciprés, ylang ylang, pimienta negra, cedro, ámbar rojo, loto y sándalo.

DOLOR MUSCULAR: Aceite esencial de romero, menta, mejorana, nuez moscada, gaulteria, helicrisum, eucalipto, clavo, albahaca, ciprés, pimienta negra, hisopo y sándalo.

DOLOR DE CABEZA: lavanda, menta, mejorana, albahaca y manzanilla romana.

NÁUSEAS: Aceite esencial de menta, jengibre, patchouli, nuez moscada, estragón, enebro, anís, hinojo y jazmín.

PARA AUMENTAR LA CIRCULACIÓN: el romero, jengibre, pimienta negra, menta, ylang-ylang, limón o geranio.

SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS: aceite esencial de albahaca, mejorana, valeriana, manzanilla romana, menta, ciprés, naranja, ylang ylang, patchouli y loto.

DISMENORREA: Aceite esencial de menta, salvia sclarea, salvia española, manzanilla, hinojo, jazmín.

ESTREÑIMIENTO: Aceite esencial de jengibre, menta, hinojo, estragón, anís, patchouli y  jazmín.

DIARREA: Aceite esencial de menta, nuez moscada, jengibre, orégano, ajedrea, clavo, limón, estragón, enebro, anís, hinojo, patchouli,  romero y jazmín.

MANCHAS, PICORES EN LA PIEL: Aceites vegetales de Granada, Argán, Semilla de Uva, Sandía, Semilla de Calabaza. Añadir unas gotas de aceite esencial de limón.

ANSIEDAD: aceite esencial de enebro, cedro, ciprés, geranio, vetiver, rosa, palmarosa, melisa, jazmín, ylang ylang, lavanda, nerolí y nardo.

DEPRESIÓN: Aceite esencial de incienso, limón, jazmín, menta, sándalo, geranio, lavanda, bergamota, angélica, naranja, ylang ylang.

INSOMNIO: Aceite esencial de valeriana, lavanda, madera de cedro, limón, manzanilla alemana, manzanilla romana, mandarina, romero, ciprés, azahar, naranja, geranio, mejorana, nerolí, loto, patchouli, ylang ylang, rosa, angélica, palisandro, bergamota, jazmín

ESTRÉS: rosa, incienso, salvia, naranja dulce, bergamota, cedro, pomelo, ylang ylang, sándalo, neroli, mejorana,  petit grain, mandarina, lavanda, geranio, y jazmín.

SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA: aceite esencial de tomillo, clavo, naranja, nuez moscada, ajedrea, orégano, árbol del té, romero, hisopo, ravensara, comino, menta, salvia, geranio, manzanilla alemana, canela, nardo, mirra, loto y sándalo.

DISTRACCIÓN, FALTA DE CONCENTRACIÓN Y MEMORIA: aceite esencial de romero, laurel, menta, árbol del té, pino, cardamomo, mejorana, salvia, incienso, limón, hisopo y tomillo.

Para el uso adecuado de los aceites esenciales, consulte el artículo “Cómo preparar Cosmética Casera Natural con Aceites Vegetales y Esenciales Ecológicos”.

En ocasiones, dado que algunos aceites esenciales presentan un precio algo elevado, debido en la mayoría de los casos a la dificultad para su extracción, éstos pueden ser sustituidos por el hidrolato (agua floral) de la misma planta. Aunque no contengan la misma concentración de sustancias de la planta, sí es cierto que las características y beneficios son semejantes. Un agua floral puede contener hasta un 5 % de esencia.

Recuerde que no debe comenzar un tratamiento sin el consentimiento de su médico y que debe leer las etiquetas y prospectos de los aceites previamente.

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