Las personas afectadas por el VIH pueden recibir de forma segura un trasplante de riñón, según los resultados de un estudio realizado por la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos), publicado en The New England Journal of Medicine.Científicos estadounidenses contaron con la participación de 150 pacientes de 19 centros hospitalarios de Estados Unidos que fueron seguidos durante tres años después de recibir el trasplante. De este modo, comprobaron que la supervivencia de los trasplantados alcanzó el 95 por ciento en el primer año y el 88 por ciento a los tres años. El 90 por ciento de los riñones trasplantados funcionaban con normalidad después de un año, un porcentaje que descendía hasta el 74 por ciento al concluir el estudio.
En total, once de los 150 participantes fallecieron después del trasplante, aunque las muertes fueron causadas por problemas cardiacos, cáncer en el riñón no trasplantado e infecciones pulmonares o de otro tipo. Después de que los "cócteles" de medicamentos hicieran que el VIH pasara a ser una enfermedad crónica, los pacientes pasaron a ser "no elegibles" para recibir un riñón, ya que los especialistas temían que los fármacos inmunosupresores necesarios para evitar el rechazo del nuevo órgano interfiriesen con la acción de control del virus de los antirretrovirales. Según el doctor Peter Stock, director de este estudio, ahora pueden recibir el transplante, la supervivencia de los pacientes y de los injertos son realmente buenas y se aproximan a las demostradas por la población general", señala el director del estudio, las tasas de rechazo son superiores, pero asumibles.
Las tasas de rechazo fueron de dos a tres veces más altas que las normales, hecho que ha "sorprendido" a los investigadores. Estos datos no deben ser dramatizados, ya que se puede trabajar para revertirlos, asegura Stock, quien apunta que se sabe que cada rechazo resta un poco de vida al riñón restante, algo que en el caso de los pacientes con VIH supondría darles, en lugar de 20 años más de vida, quizá 15, una cifra muy importante.Además, ha añadido, no se ha observado evidencia de que el proceso de trasplante cause un repunte del sida, aún cuando el número de glóbulos blancos se había reducido inicialmente. El VIH simplemente no progresa, un fenómeno que ya se ha observado en los trasplantes de hígado, añade Stock.
**Publicado en "El Médico Interactivo"