Dos grandes estudios europeos
publicados en British Medical Journal
(BMJ) encontraron asociaciones positivas entre el consumo de alimentos
altamente procesados y el riesgo de enfermedad cardiovascular. Los hallazgos del
primer estudio se basan en 105,159 adultos franceses (21% hombres, 79% mujeres)
con una edad promedio de 43 años que completaron un promedio de seis
cuestionarios dietéticos de 24 horas para medir la ingesta habitual de 3,300
alimentos agrupados según el grado de procesamiento y las tasas de enfermedad
durante un seguimiento de 10 años (2009-2018). Los resultados mostraron que un
aumento absoluto del 10% en la proporción de alimentos ultraprocesados en la
dieta se asoció con tasas significativamente más altas de enfermedad
cardiovascular general, enfermedad coronaria y enfermedad cerebrovascular. El
otro estudio evaluó 19,899 graduados universitarios españoles (7,786 hombres;
12,113 mujeres) con una edad promedio de 38 años que completaron un
cuestionario dietético de 136 ítems nuevamente, los alimentos se agruparon
según el grado de procesamiento y las muertes se midieron en un promedio de 10
años. Los resultados mostraron que un mayor consumo de alimentos
ultraprocesados se asoció con un 62% más de riesgo de mortalidad por todas
las causas en comparación con un menor consumo. Por cada porción diaria
adicional de alimentos ultraprocesados, el riesgo de mortalidad aumentó
relativamente en un 18%. Ambos estudios tuvieron en cuenta los conocidos
factores de riesgo del estilo de vida y los marcadores de la calidad de la
dieta, y los hallazgos respaldan otras investigaciones que relacionan los
alimentos altamente procesados con la mala salud.