La autora de Los años que amamos locamente. Amor, sexo y destape en la Transición, Rosa Villacastín, ha realizado un ejercicio de introspección para presentar su última novela, en la que se expone la evolución de la mujer, en una época en la que España estaba a medio camino entre los viejos estigmas, el anclaje al pasado y la liberación.
Villacastín plasma en su nuevo libro, los usos y las costumbres en el ámbito amoroso de una época no tan lejana como parece. Mientras recorres sus páginas, encuentras diversas anécdotas determinantes y ciertas reflexiones que ayudan de algún modo a entender el panorama actual.
Entre las memorias y la crónica de sociedad realizada, la autora ha conseguido contar esta historia desde el punto de vista de las mujeres. Nos cuenta historias pequeñas, algo que no estamos acostumbrados a leer, y es que cada vez que se habla de la Transición, siempre se enfatiza en los grandes nombres.
Estas pequeñas historias serán capaz de captar tu atención, un ejemplo de ellas es la graciosa anécdota de un empresario importante, el cual deseó llevar un ataúd a su dormitorio, ya que era lo que más le excitaba.
Otra nos narra, un empresario con un gusto por las prostitutas, al momento de irse con una de ellas a una casa, quiso salir de la casa y no tenía llave, por lo cual decide saltar la valla y para su mala fortuna, lo ve la policía y lo detienen. Lo llamativo de la historia es que al mandar al chófer con el carné de identidad en la comisaria, descubren de quién se trata, quizás se arrepientan de haberlo detenido.
Una crónica imprescindible, atrevida y desvergonzada de la Transición española. A Rosa Villacastín la echaron de casa cuando su madre descubrió que tomaba la píldora anticonceptiva. Corrían los años setenta y la mujer cargaba aún con los roles tradicionales de esposa, madre o amante. Pero los cambios que se avecinaban con la llegada de la democracia cambiarían drásticamente este panorama.
A caballo entre la crónica personal y social, Rosa Villacastín, testigo de excepción de una época en la que todo estaba por hacer, viaja en el tiempo para relatar en primera persona el espectacular avance en libertades sociales y sexuales que se produjo durante la Transición española. Con el testimonio de algunas mujeres famosas que, desde diferentes ámbitos, lucharon por un país más libre, Los años que vivimos locamente es un libro muy divertido, plagado de historias y anécdotas (muchas hasta ahora desconocidas) protagonizadas por políticos (y sus amantes), periodistas, princesas ibicencas, musas del destape y otras celebridades, en torno al divorcio, el aborto, las fiestas y muchos otros temas que la nueva coyuntura introdujo en las costumbres de ocio, moda, sexo y amor de las españolas de la época.