En un estudio del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Universidad de Valencia, la
Universidad San Pablo y el Centro de Investigación Biomédica en Red en
Epidemiología y Salud Pública, publicado en la revista Gut ,un grupo de científicos
españoles analizo las bacterias, genes,
enzimas y moléculas que forman la microbiota intestinal de pacientes tratados
con antibióticos. Según los resultados, la biodiversidad de las bacterias que
forman la microbiota intestinal disminuye durante el tratamiento hasta el punto
de alcanzar su mínimo 11 días después del inicio. Sin embargo, al acabar la
terapia, la situación se revierte y el paciente presenta una población
bacteriana similar a la que tenía al principio. La investigación
"demuestra por primera vez que las bacterias intestinales presentan una
menor capacidad de producción de proteínas, así como deficiencias en
actividades clave, durante y al finalizar el tratamiento". En concreto, el
estudio sugiere que la microbiota intestinal presenta una menor capacidad para
asimilar hierro y digerir ciertos alimentos así como de producir moléculas
esenciales para el organismo. El estudio también revela que bacterias poco
abundantes en la flora intestinal, pero poco activas al inicio del tratamiento,
sí lo son al acabar y pueden llegar a tener un papel relevante en el intestino
como consecuencia directa de los antibióticos,"dichas bacterias podrían
ser responsables de mejorar la interconexión entre el hígado y el colon y la
producción de moléculas esenciales como ácidos biliares, hormonas y derivados
del colesterol".