¿Los batidos de proteínas son buenos para el organismo?

Por Smartsalus @SmartSalus

Los batidos de proteínas son un complemente nutricional utilizado por muchos deportistas, especialmente aquellos que dedican mucho tiempo a cuidar su cuerpo en el gimnasio. Es común, por lo tanto, que surja la pregunta sobre si su consumo habitual es dañino o saludable para el organismo.

Sobre el papel cabe decir que cualquier tipo de alimento o nutriente en exceso es perjudicial, no sólo las proteínas. Hay personas cuya dieta habitual suele ser complementada con complejos vitamínicos, de los cuales muchos componentes ya son asimilados por el organismo de forma natural y no son necesarios para una buena función diaria. A la larga puede derivar en un mal funcionamiento de órganos internos y donde es necesario acudir a un especialista en medicina interna.

Lo habitual en una persona adulta es comer en torno a 1-1,2 g de proteína por cada kg de peso corporal. Es decir, si un individuo pesa 80 kg, la cantidad sana que debe comer durante las diferentes ingestas diarias ha de ser entre 80 y 96 gramos. Si se quiere crear una mayor masa muscular y sacar rendimiento a las sesiones de máquinas y pesas en el gimnasio, los expertos recomiendan subir la cantidad de proteínas a los 2g por cada kg.

Siempre que se tenga una alimentación equilibrada se puede complementar con batidos de proteínas que permitan llegar a esa cantidad diaria. Pero ese debe ser el límite establecido, ya que una vez superada esa cantidad los nutricionistas y médicos no recomiendan seguir adelante pues a la larga puede provocar problemas de salud. Uno de ellos es la insuficiencia renal debido al malo proceso de eliminación de proteínas, el cual se vuelve más lento de lo habitual por la gran cantidad que se asimila.

Además en una dieta donde el número de proteínas es muy elevado y no se compensa con otros nutrientes puede derivar en cetosis. Esta característica conlleva en muchos casos problemas de funcionamiento interno, especialmente para el hígado. Por eso debe complementarse la alimentación con una ingesta normal de hidratos de carbono y grasas, para evitar este tipo de inconvenientes.