Los bizcochos de soletilla caseros más fáciles

Por Carmina @Carminaenlacoci

Hoy vamos a hacer los los bizcochos de soletilla caseros más fáciles y ricos que puedas imaginar.

Este tipo de bizcocho es perfecto no sólo para mojar en chocolate o para acompañar tu café, sino que te va a venir de perlas para otras preparaciones.

Por ejemplo, para bases de tartas en las que se utiliza la mezcla de galletas y mantequilla, estos bizcochos son geniales, porque quedan más esponjosos y jugosos que la base anterior.

Para hacer una charlotte del sabor que quieras, como ésta, o para un tiramisú, una copa de crema y bizcochos… ¡lo que tú quieras!

Y si en lugar de hacerlos en bizcochitos, pones la masa entera en la placa de horno, tendrás una plancha perfecta para hacer un rollo salado o dulce, tipo brazo de gitano, o una bomba de helado, o una tarta como ésta con forma de balón de fútbol. 

Es tan fácil de preparar, que en media hora la tienes lista para utilizarla… o para desayunar. ¡Mira mi vídeo y verás qué simple es!

Cómo hacer los bizcochos de soletilla caseros más fáciles, paso a paso

Ingredientes:

  • Cuatro huevos
  • 125 g de azúcar
  • 125 g de harina de repostería
  • media cucharadita de levadura química
  • Una pizca de sal
  • Una cucharada de esencia de vainilla

Preparación:

Separamos las yemas de las claras.

Batimos las yemas con el azúcar hasta que blanqueen, y le incorporamos la harina tamizada con la levadura, mezclando muy bien. No te preocupes si quedan demasiado duras, después las aligeraremos

Aparte, montamos las claras con la pizca de sal, hasta que estén a punto de nieve.

Añadimos una cucharada de las claras montadas a la crema de yemas, mezclando bien. De esta forma las yemas se aligerarán y será más fácil incorporarlas al resto de las claras. Lo haremos poco a poco, con movimientos envolventes, procurando no quitarle el aire a las clara, ya que éste le dará una gran esponjosidad a nuestros bizcochos.

Una vez que la mezcla esté bien integrada, la pasaremos a una manga pastelera con boquilla redonda, o simplemente le haremos un pequeño agujero a la manga.

Pondremos un papel de hornear en la bandeja del horno y pondremos pequeñas porciones alargadas de masa, más o menos de 3 cm de ancho por 8 de largo, procurando dejar espacio entre ellas, ya que se expanden fácilmente. Espolvoreamos con azúcar glass antes de hornear.

Con el horno precalentado a 200º, metemos nuestra bandeja, horneando 8 minutos a 180º, procurando que no se doren demasiado o quedarían duros.

Una vez listos, los sacamos y dejamos enfriar en una rejilla.

¡Y ya están listos para comer! ¿Has hecho ya el chocolate para acompañarlos?

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