El grano del cereal contiene seis partes, cinco de ellas comestibles. El refinado consiste en extraer las capas más externas para conseguir harinas de color blanco o el cereal entero no integral.
Son justo las capas que se desechan en el refinado las que contienen más fibra. Por ello se dice que los cereales integrales tienen mucha más fibra que los refinados. Por cada cien gramos de peso, el cereal integral contiene doce gramos de fibra. En el caso del refinado, el peso baja a dos gramos de cada cien.
La fibra es un elemento clave para el organismo de los humanos. Evita molestias como el estreñimiento que, en sus casos más agudos, puede derivar en graves enfermedades, Además, la fibra favorece una evacuación más rápida que evita que las toxinas ingeridas permanezcan demasiado tiempo en el cuerpo.
Las vitaminas y minerales también están presentes en mayor cantidad en los cereales integrales. Por ello es recomendable tomar siempre pasta, pan y arroz integral.