Los certificados sin realidad no sirven de nada

Por Saludconcosas @manyez

Una mañana de miércoles tras un descanso del turno me dirigí al quirófano que tenía asignado y, tras la revisión inicial de los equipos, me dispuse al tema de “documentar” el trabajo y me encontré una nueva nota en el cristal delante de mí: Rápidamente caí en cuenta de que se trataba de una medida positiva pues el uso de lectores de códigos de barras reduce considerablemente el número de errores de trascripción en la toma de datos y los acerca a cero si se combina con la necesaria comprobación de identidad del paciente en cada envase y petición que realizamos los clínicos. Hasta ahí todo correcto, perfecto diría yo; pero... Algo no encajaba en mi interior y es que ni la forma ni el fondo de aquello me convencían en lo referente a la calidad... Desde hace unos años el hospital en el que trabajo ostenta la Q de no se que metal concedida como reconocimiento al cumplimiento de los requisitos de calidad organizacional del modelo EFQM; un modelo que habla de la instauración de unas metodologías para detectar problemas y para solucionarlos, un modelo de trabajo más integrado y con un rigor casi normativo (recuerdo una tarde entera imprimiendo actas que tenía en el PC porque no valían los archivos para la auditoria)... Y es eso lo que no me casa; en primer lugar, la persona que detecta una posibilidad de mejora (el escaneado de códigos) ¿no sabe a donde acudir para saber porqué algunas etiquetas de paciente se imprimen sin código de barras? ¿No sabe que algunas pegatinas en realidad llevan el código que el nuevo decreto de recetas impone para que conste el módulo de pago del usuario? ¿Ha preguntado si existe alguna razón para que algunas pegatinas se impriman sin código?. Una vez visto que no puedo saber hasta que punto esta persona ha podido avanzar en estas indagaciones debido a lo farragoso de nuestra organización (y lo sé porque lo viví en directo) ¿es una nota así la solución real al problema? ¿O sólo es una puesta en “otro tejado” del asunto? Es muy bueno tener el sistema de organización reflejado en procesos y procedimientos, es mejor que todo ello reciba un certificado de calidad, pero ¿no debería cotejarse esa calidad con la realidad?. La abundancia de notas en controles, antequirófanos y demás dependencias de trabajo de los clínicos debería orientar a la falta de una comunicación fluida en la organización, sería la “prueba del algodón” de que aquello de los papeles no casa con la realidad... pero mientras las auditorías siguen su curso y nos seguimos pasando la pelota de unos a otros. Nota: el autor de la entrada de hoy es Xose Manuel Meijome, enfermero y autor del blog Cuadernillo d@ Enfermeir@. Gracias Salva :)