Cocituber es un personaje famoso por sus videos comiendo en locales. Pertenece a esa nueva honrada de instagramers gastronómicos que se graban comiendo y opinan. A mi me producen sensaciones encontradas, por un lado me parece muy bien que haya jóvenes que mediante el uso de las redes sociales atraigan a otros jóvenes al mundo de la restauración. Pero por otro, su cultura gastronómica es baja, sus criticas poco desarrolladas, casi no logran sacar los sabores y, en muchos casos, se limitan a decir "escucha, esto está muy bueno". Hay que reconocerles el éxito, tienen miles de seguidores y Cocituber en particular tiene ahora sus propios locales: los clásicos1 su local gluten-free, un local en Alcorcón y este que hemos probado y que está en Vallecas: Los clásicos2.
Podría terminar la crónica aquí y así: "Si Cocituber solo recomienda sitios buenos nunca recomendaría su propio local". Pero vamos a desarrollarlo un poquito.
Sabíamos a lo que íbamos, a un sitio de raciones clásicas, fritangas varias y grasa. Pero no nos esperábamos ir a una especie de bar de pueblo, con una carta mal impresa y grapada, con platos que aparecen en la carta de internet pero no en esta y con cosas tan esperpénticas como pedir bravas con jamón y decirte que no había bravas pero que si queríamos patatas podíamos pedir oreja que venían con ellas. Y es que lo peor del local es el servicio, lento y desorganizado. Los camareros son agradables pero un desastre.
La comida tampoco mejora la percepción. Ningún "influencer" recomendaría un torrezno (!3€) como el de este sitio, entre duro y chicloso; estaba tan aceitoso que creo que si lo exprimes y vendes lo que cae te sacas un sobresueldo. Aún así, con con excesivo optimismo, los anuncian como imprescindible.
El resto de cosas pues un poco de todo, pero todo, tirando a nivel bajo: calamares, huevos rotos con chistorra y unos surtidos de croquetas más pintones que ricos donde solo se salvaban las de cocido.
Una parte de la carta son las pizzas, pero tampoco había así que fuimos a probar otros "clásicos": las hamburguesas, aquí tiran por lo gocho. Véase: de jamón con croquetas, de oreja con torreznos, de morcilla o La Soriana de salsa de queso y torreznos. Pedimos las tres primeras por no tener queso ya que a algunos comensales nos les gusta pero vaya, las dos primeras vinieron con queso. Al indicarlo nos dijeron que la que faltaba no lo tenía pero, vaya! si trajo queso. Este detalle es feo porque sino te gusta el queso te chafa la comida pero, además, es un gran error porque no viene en indicado en los alergénicos. El caso es que las hamburguesas (13,5€-14,5€) eran de lo más salvable del menú. De pan brioche y con una carne muy bien hecha y de calidad aceptable.
Para los postres abrimos la carta de la web y pedimos croquetas de Nocilla con helado. No tenían, ni siquiera venían en la carta de papel. Optamos por pagar. Barato. Menos de 17€ pax y nos fuimos de ayer sabiendo que por la noche el Almax nos esperaba,