Muchos fines de semana, incluyendo domingos, dedico mi tiempo a pensar e intentar conocer experiencias relacionadas con la profesión de la arquitectura. Es decir, en mi supuesto tiempo libre me dedico a leer y analizar información sobre esta ocupación que me apasiona y entretenido muchos años de mi vida. Recientemente, además, esto coincide con que he asumido el papel de representar a un grupo amplío de arquitectos, e intentar ayudar en la mejora de nuestra estructura común, presidiendo la Demarcación de Tenerife del Colegio de Arquitectos de CanariasPor eso, en los últimos tiempos intento escudriñar ideas que puedan aclarar cual es el papel que la sociedad nos está queriendo reasignar en estos momentos de cambio. Algo que me ha interesado últimamente a este respecto, es la rica puesta en común de reflexiones que ofrece ese espacio de Internet orientado a los profesionales que es Linked In. Ahí he tenido oportunidad de asistir y participar en algunos grupos y debates que pretenden deliberar conjuntamente sobre el futuro de la arquitectura en nuestro país. Recomendaría especialmente dos, el que se denomina bsA (Rethinking Architecture) y el titulado Arquitectos emprendedores, estimulados por personas tan motivadas como José Javier Quintana, Germán Cintas, Francisco Clemente y Javier Cobreros, entre otros muchísimos arquitectos interesados en un mejor desempeño de la profesión.En uno de esos foros participa también un arquitecto catalán, Jordi Farrando -al que no conocía- que está especialmente vinculado con el análisis sobre las formas de organización y problemas colectivos de los arquitectos. Siguiendo el hilo más allá de los debates de Linked In he podido acceder a su blog personal y ahí presenta algunas ideas muy estimulantes sobre cuales son los objetivos que una organización profesional de los arquitectos debería tener en España, actualmente y respecto al futuro. Las aportaciones de Farrando han dado pie en su propia página a un amplío intercambio colectivo de pareceres, que han enriquecido de alguna manera sus reflexiones iniciales en un debate cuando menos, esclarecedor.
Muchos fines de semana, incluyendo domingos, dedico mi tiempo a pensar e intentar conocer experiencias relacionadas con la profesión de la arquitectura. Es decir, en mi supuesto tiempo libre me dedico a leer y analizar información sobre esta ocupación que me apasiona y entretenido muchos años de mi vida. Recientemente, además, esto coincide con que he asumido el papel de representar a un grupo amplío de arquitectos, e intentar ayudar en la mejora de nuestra estructura común, presidiendo la Demarcación de Tenerife del Colegio de Arquitectos de CanariasPor eso, en los últimos tiempos intento escudriñar ideas que puedan aclarar cual es el papel que la sociedad nos está queriendo reasignar en estos momentos de cambio. Algo que me ha interesado últimamente a este respecto, es la rica puesta en común de reflexiones que ofrece ese espacio de Internet orientado a los profesionales que es Linked In. Ahí he tenido oportunidad de asistir y participar en algunos grupos y debates que pretenden deliberar conjuntamente sobre el futuro de la arquitectura en nuestro país. Recomendaría especialmente dos, el que se denomina bsA (Rethinking Architecture) y el titulado Arquitectos emprendedores, estimulados por personas tan motivadas como José Javier Quintana, Germán Cintas, Francisco Clemente y Javier Cobreros, entre otros muchísimos arquitectos interesados en un mejor desempeño de la profesión.En uno de esos foros participa también un arquitecto catalán, Jordi Farrando -al que no conocía- que está especialmente vinculado con el análisis sobre las formas de organización y problemas colectivos de los arquitectos. Siguiendo el hilo más allá de los debates de Linked In he podido acceder a su blog personal y ahí presenta algunas ideas muy estimulantes sobre cuales son los objetivos que una organización profesional de los arquitectos debería tener en España, actualmente y respecto al futuro. Las aportaciones de Farrando han dado pie en su propia página a un amplío intercambio colectivo de pareceres, que han enriquecido de alguna manera sus reflexiones iniciales en un debate cuando menos, esclarecedor.