Es la primera vez que la familia de la escritora Agatha Christie acepta que otro autor resucite al detective Hércules Poirot, su personaje más famoso. Sophie Hannah es la encargada, 39 años después, de tomar el relevo de la novelista y revivir a Poirot.
«Los crímenes del monograma» (Espasa), cuya publicación tuvo lugar de forma simultánea en 50 países, mantiene el tono, la textura y el ritmo del resto de historias protagonizadas por Poirot.
Sinopsis:
Londres, 1929. Hércules Poirot está disfrutando de una tranquila cena en solitario en un pequeño restaurante londinense cuando una mujer muy alterada entra en el local y le confía a Poirot que alguien está a punto de matarla. Está aterrorizada, pero insiste en que, una vez esté muerta, se habrá hecho justicia, y le ruega a Poirot, quien se ha ofrecido a ayudarla, que no investigue el caso.
Unas horas más tarde, tres personas son asesinadas en un elegante hotel londinense, y el asesino ha dejado en el lugar del crimen tres siniestras pistas, una por cada cuerpo. Hércules Poirot, que estaba ya retirado, no puede evitar involucrarse en el caso y mientras él se esfuerza en ordenar todas las piezas del puzle, el asesino se prepara para volver a matar. ¿Están relacionados ambos acontecimientos? Y, si es así, ¿qué tienen en común estas cuatro personas?
Opinión:
El libro está magistralmente escrito y sí que parece una novela más de Agatha Cristie, tanto en la historia y la ambientación, como en los diálogos. Pero creo que, sin ser yo muy amante de las novelas de esta señora (aunque quien no ha leído alguna de las muchas que ha escrito) la red de misterios que se suele tejer en este tipo de historias, en éste caso, es un poco floja. En la página 60 y sin mucho esfuerzo ya se adivinaba perfectamente como se habían cometido los tres misteriosos asesinatos, y aunque en el final, como no, se cambia alguna cosa de aquellas que era imposible averiguar, éste es más que previsible. Además, la historia que fundamenta las muertes es quizás algo penosa para los tiempos que corren, aunque no dudo de que en la época que se narra ocurrieran hechos parecidos, pero para el lector de hoy en día no creo que sea nada espectacular, y ni siquiera justificativo de todo todo lo que genera, posteriormente, a su alrededor.
Pero bueno, un libro que se lee de una sentada y que entretiene. Ideal para estos días de frío