Mientras los nuevos habitantes del Castillo de Butrón intentan recuperar las tradiciones y aprender todos los hechizos posibles, los árboles del gran bosque comienzan a secarse de manera misteriosa.
A todo eso hay que añadir la aparición de diversos animales muertos en el interior del bosque. Todos ellos sin aparentes signos de violencia. Todos excepto uno...
Por desgracia, ese no es el mayor problema. Las leyendas han vuelto a sembrar el miedo entre los habitantes de las aldeas más cercanas, poniendo en peligro la tranquilidad que los árboles les han proporcionado hasta el momento. Unas leyendas surgidas probablemente de las más terribles pesadillas creadas por Inguma, en las que siempre aparece el mismo lóbrego ser. Porque aunque consiguieron vencer a Tusuri, algunos aliados suyos no fueron destruidos.
Y al enviar a los humanos de regreso a su mundo, enviaron sin querer con ellos a Inguma y a alguien más...