Este finde semana he estado en casa de una amiga, nos invitó a cenar… y qué decirles señores, salí más que encantada de esa velada. A parte de estar todo exquisito, tuve la oportunidad de disfrutar de cada detalle que puso. Siempre he sido de las que me encanta observar mesas y cómo ponerlas de la mejor manera posible. Pero sinceramente, creo que menos es más y cuanto más sencillo lo pongan pero más delicado, el impacto a los invitado será mejor.
Para una comida, los detalles frescos y coloridos son los más bonitos, aunque ya lleguemos a otoño e invierno debemos de cuidar el color en la mesa, y que no se queden muy apagadas. Cada vez me gustan más las mesas rústicas sin manteles, las servilletas de lino y los detalles silvestres encima de la mesa.
¿Qué les parece? ¿Decoran sus mesas cuando tienen invitados?
Sean felices