Los efectos de la azúcar refinada en la artritis reumatoide

Por Artricenter

Autor: Nutriólogo Antonio de Jesús Ponce López

Las mujeres que beben uno o más refrescos azucarados al día son significativamente más propensas a desarrollar Artritis Reumatoide (AR) que las que beben menos de una soda o ninguna al mes, según un reciente estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition.

El riesgo parece ser aún mayor para las mujeres de más edad.
La artritis reumatoide es una enfermedad sistémica, autoinmune que causa inflamación que conduce a dolor en las articulaciones y daños, fatiga y otros síntomas. Se cree que es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales, posiblemente incluyendo la dieta.

Muchos estudios han demostrado que el consumo de refrescos con azúcar está vinculado con la obesidad, así como la diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón; todos estos problemastambién son más comunes en las personas con Artritis Reumatoide. Los investigadores se han preguntado si las bebidas azucaradas podrían desempeñar un papel en el desarrollo de reumatoide la artritis, también.

En un estudio, las mujeres que bebían más refrescos, tendían a hacer menos ejercicio, consumir más calorías y llevaban dietas pobres en general, en comparación con las mujeres que bebían menos bebidas azucaradas.

Aun así, el riesgo parece no estar relacionado con el peso, sino con el consumo de azúcar. Una posible explicación es que el refresco endulzado con azúcar aumenta las citoquinas pro-inflamatorias (moléculas que promueven la inflamación) en el cuerpo, incluyendo el receptor del factor de necrosis tumoral 2 (TNF-R2) y la interleucina-6 (IL-6). Ambos juegan un papel clave en el impulso de la inflamación y la destrucción articular en la Artritis Reumatoide.

En el estudio, las mujeres mayores que bebían gaseosas endulzadas con azúcar, tenían un mayor riesgo de desarrollar AR que las mujeres más jóvenes, además, el número total de refrescos consumidos aumentaba el riesgo en las mujeres mayores pero no más jóvenes.

Esto tiene sentido ya que los efectos de la dieta en la salud son acumulativos y pueden pasar años antes de que la inflamación crónica, potencialmente causada por refrescos azucarados, finalmente provoca síntomas de la artritis reumatoide.

Se han hecho estudios con refrescos pero, si es el azúcar el problema, se puede extrapolar a cualquier alimento que contenga azúcar refinada o alta concentración de glucosa.

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