Los enemigos de la buena salud dental y el miedo a acudir al dentista

Por Anahigemma @anahigemma

¿Cuántos de vosotros cuidáis habitualmente de vuestra salud dental, o acaso solo acudís al dentista sólo cuando tenéis dolor de muelas, dientes o encías? Sí, este es uno de los errores más comunes que muchas personas suelen cometer.

En parte por miedo “al dentista”, siempre asociado con el dolor principalmente debido a las caries, y al malestar que se siente al tener que ponerse en manos de un dentista para ponga fin al problema.

Conozco personas que ya solamente al pensar en el pinchazo de la anestesia se ponen enfermas. ¡No es tan grave la cosa! ¿Qué es mejor? ¿Un pinchacito y una hora en el dentista para que empaste una muela picada, o seguir aguantando el dolor hasta que sea demasiado tarde y tengan que quitarnos la pieza y/o sustituirla por un implante o esquelético?

Quizá este ejemplo es un poco extremista, pero en la realidad, sucede.

Cuando se habla de salud dental normalmente se suele asociar erróneamente a las caries, pero un mal cuidado de la boca puede provocar muchos otros problemas.

La boca forma parte del cráneo, por lo que una boca enferma puede afectar a numerosos puntos de nuestro cuerpo como la espalda, la cabeza, la cara o el aparato digestivo. ¿Sabíais que un porcentaje muy alto de los dolores de cabeza son consecuencia de un mal engranaje de la boca y los problemas digestivos como las úlceras vienen provocados por problemas con los dientes y la masticación?

El Doctor Jaime Jiménez, especialista en odontología y miembro de la plataforma TopDoctors.es nos aconseja realizar revisiones periódicas cada tres o seis meses, si existen enfermedades activas, o un año en el caso de una buena salud dental. El error más común es esperar a acudir al dentista cuando sentimos dolor.

Los dientes se estropean a causa de un cúmulo de bacterias en la boca procedentes de la alimentación y/o una mala higiene, así se produce una caries. Si ésta no se trata daña el nervio y duele.

Por ello cuando el paciente acude a la consulta en esta fase del problema ya es inevitable realizar una endodoncia y matar el nervio, por lo que el diente queda débil y se puede romper. Así pues, la odontología preventiva es lo más importante a la hora de cuidar nuestra salud dental.

La investigación y los últimos avances han conseguido mejorar mucho las soluciones en implantología con tratamientos cada vez menos invasivos. “Los implantes nos permiten sustituir las piezas de forma rápida y definitiva. Estamos trabajando en la regeneración ósea para conseguir que todo el mundo pueda optar a esta solución en el futuro” afirma el doctor.

El Dr. Jiménez nos explica cuáles son los principales enemigos de la salud dental y cómo dañan los dientes:

Alimentos que tiñen: Debido a la porosidad del diente hay alimentos que tiñen los dientes como son los refrescos de cola, café, té, vino tinto, cerezas, remolacha, etc. Es por esto que debemos cepillarnos los dientes siempre que los consumimos.

Alimentos que dañan el esmalte: Los alimentos ácidos, y también los vómitos, perjudican la parte más superficial del diente dañando el esmalte y el brillo de los dientes.

Alimentos dulces: Las bebidas carbonatadas, dulces y azúcares son los principales desencadenantes de la caries y otros problemas bucales.

Mascar chicle: El abuso de los chicles no es bueno ya que puede causar problemas musculares y de mal engranaje.

Tabaco: El consumo de tabaco afecta a la estructura del hueso y del diente.

Estrés: Sin darnos cuenta, el estrés provoca que forcemos más la mandíbula y apretemos los dientes. Ello puede provocar problemas musculares, dolores, mal engranaje de la mandíbula y desgaste dental. Para tratar el bruxismo se utilizan unas descargas nocturnas o incluso diurnas si el problema es más grave.

Muchas son las dudas que surgen a los padres primerizos sobre los primeros cuidados dentales en la etapa infantil.  Los dientes deben cepillarse desde que salen ya que lo importante es que la placa bacteriana no se adhiera sobre el diente.

En el caso de los niños más pequeños, es suficiente frotar con una gasa para quitar esta capa que se forma cuando comemos para que evitar que se calcifique y pueda causar caries.

Los enjuagues se pueden empezar a utilizar una vez el niño aprende a no tragárselos y a partir de los 12 ó 13 años, una vez el niño tenga los dientes definitivos, se recomienda hacer una limpieza bucal cada seis meses.

La mejor forma de no generar el miedo al dentista es la prevención, siendo las visitas de revisión y limpieza bucal una buena manera de  familiarizarse con el ambiente del consultorio y el dentista desde la más tierna edad…..

¿Y vosotros? ¿Tenéis miedo al dentista? ¿Soléis visitarlo a menudo? ¿Os hacéis una limpieza bucal cada seis meses? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!

Besos desde mi blog!!!

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