24 | 09 | 2013
El mundo del interiorismo y de la decoración en general cobra cada vez más protagonismo en nuestro día a día. Desde nuestro propio dormitorio hasta el lugar de trabajo. Desde que nos despertamos hasta que volvemos a la cama tras un largo e intenso día de actividades de ocio u obligaciones. A todas horas y en todo momento estamos rodeados de muebles y complementos de decoración que amenizan y dan sentido a nuestra existencia.
Un gran abanico de formas, colores, materiales y texturas dan lugar a una infinita lista de estilos decorativos. La decoración más tradicional (también conocida como "rococó") sigue conservando en la actualidad muchos adeptos, especialmente entre los ambientes más selectos. No obstante, las viviendas más actuales apuestan mayoritariamente por el minimalismo, una corriente que, al contrario que lo que dicta el rococó, se despoja de todos los adornos y elementos sobrantes para quedarse con lo esencial. Todo ello se traduce en piezas de líneas rectas, acabados monocromáticos y superficies lisas que derivan en espacios sobrios, amplios y diáfanos, donde el equilibrio visual, la armonía y la tranquilidad son los pilares fundamentales.
Entre medias se cuelan estilos como el colonial o rústico, que apuesta por los colores y texturas propios de la naturaleza. Las maderas, en todas sus variedades, asumen en esta corriente un papel protagonista. Sus acabados en color blanco, beige, miel o nogal confieren a las estancias una gran dosis de confort y calidez que se ve reforzada a través del empleo de todo tipo de textiles en alfombras, fundas y cojines. Se trata, en definitiva, de un estilo que combina artesanía, modernidad y elementos orientales para lograr ambientes acogedores y envolventes que nunca pasan de moda.
Por último, hay que destacar el estilo vintage o, lo que es lo mismo, el amor por las piezas antiguas. De aire melancólico y elegante, el vintage se ha consolidado como una corriente transgresora que basa su razón de ser en la recuperación de muebles y complementos de estilo antiguo o con efectos decapados, integrándose en ambientes más modernos y vanguardistas para lograr un resultado realmente fascinante.