Los principios éticos y deontológicos por los que deben regirse los futuros médicos traducidos en recomendaciones sobre los valores y actitudes de los estudiantes para con los pacientes han sido recopilados por primera vez por el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina bajo el formato de “Guía de Recomendaciones para la Práctica Clínica”, presentada ayer 13 de marzo en la sede de la Organización Médica Colegial. Con esta Guia persigue establecer una base para que el estudiante de Medicina pueda llevar a cabo sus prácticas clínicas con unas pautas que le permitan desarrollar los valores éticos y humanos de la profesión, utilizando para ello la lógica del Código de Deontología de la OMC.
La elaboración de este documento se ha fundamentado en que al igual que el estudiante, a lo largo de su período formativo, debe trabajar para adquirir unos conocimientos científicos sólidos y unas determinadas habilidades prácticas, debe ocuparse también del aspecto humano de su relación con el paciente, partiendo que el salto a la clínica supone un cambio muy importante al pasar de un plano teórico a manejarse con personas.
El presidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) y el director académico del Curso Título de Experto en Ética Médica y profesor de Bioética de la Universidad de Zaragoza, el doctor Rogelio Altisent, fueron los encargados de presentar esta Guía a los medios de comunicación en un acto presidido por el doctor Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC).
El máximo responsable de la OMC destacó en su intervención el valor que representa esta Guía como “antesala perfecta para acceder a los principios y valores fundamentales del profesionalismo médico que, posteriormente, debe incorporar cada médico a su ejercicio”.
La premisa, para el doctor Rodríguez Sendín, “está muy clara puesto que desde el principio el futuro médico ha de cuidar los aspectos humanos en el trato con el paciente sin olvidar nunca que se trata de un ser humano enfermo y necesitado en el cuidado de su salud”. Por primera vez, subrayó, "los estudiantes han sabido definir los dilemas éticos que ya desde su etapa formativa se les plantean a diario y han decidido ayudar a resolverlos a través de esta Guía".
El presidente del CEEM, Íñigo Noriega, destacó, por su parte, la labor desde la Comisión de Bioética de este Consejo, para procurar “dar respuesta a una de las grandes carencias de nuestra formación: la necesidad de añadir a la formación práctica del estudiante de Medicina un marco ético indispensable para la cualquier acto médico”.
Noriega describe la Guía como “un texto sencillo y accesible al estudiante que pueda ser útil a la hora de afrontar situaciones concretas en sus prácticas clínicas”. La intención del CEEM, en este sentido es, como explicó su presidente, “presentar este texto en las Facultades de Medicina, a través de las Delegaciones de Alumnos para que pueda contar con la máxima difusión posible y asimismo con todo el feedback que estudiantes y profesionales puedan aportar”.
Asimismo, destacó el compromiso de la Organización Médica Colegial y de su Comisión Deontológica Médica con los estudiantes de Medicina como futuros profesionales médicos, "cuyo apoyo ha sido fundamental para sacar adelante documentos como el ahora presentado", según destacó. Es por ello que, como subrayó, "el estudiante tiene que saber que cuenta con los Colegios profesionales, y también con las Comisiónes Deontológicas para dar apoyo al futuro profesional".
El profesor de Bioética de la Universidad de Zaragoza y experto en ética médica, el doctor Rogelio Altisent, quien ha colaborado estrechamente con el CEEM en la elaboración de este documento, se centró en uno de los valores que aporta esta Guía para los futuros médicos como es “comprometerse con un estilo ético de comportamiento. Son los propios estudiantes quienes se exigen a sí mismos una serie de actitudes y pautas de conducta como resultado de su propia responsabilidad, tras estudiar y reflexionar sobre lo que la sociedad y la profesión espera de quienes se están preparando para ejercer la Medicina dentro de pocos años”.
Por otra parte, como resaltó el doctor Altisent, “la evidencia científica es muy importante para hacer buena medicina, pero estaríamos desorientados si dejamos de cultivar las cualidades humanas que deben definir a los buenos profesionales. Los estudiantes están, por tanto, en la vanguardia de este pensamiento”.
La Guía de Recomendaciones Éticas Para la Práctica Clínica, del CEEM, es un documento que surge tras varios años de trabajo por parte de su Comisión de Bioética y que ha contado, además, con la colaboración para su desarrollo de la Organización Médica Colegial, de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina y del experto en Ética Médica, doctor Rogelio Altisent.
A través de sus distintas secciones, el documento ahonda en los valores y actitudes que el estudiante debe manejar de cara al paciente, los principios de la bioética o el establecimiento de un criterio ético ante una caso concreto. En él se da respuesta a cuestiones clave tales como“¿Por qué guardar secreto?, ¿Por qué el médico siempre tiene que estar dispuesto a rendir cuentas? ¿Por qué todo lo que se le recomienda al paciente a de ser al mejor precio? o ¿Por qué afloran ciertos sentimientos ante la situación de cada paciente?, por poner sólo unos ejemplos.
Finalmente, no puede pasarse por alto que la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior y, como consecuencia de ello la revisión y modernización de los Planes de Estudio de las carreras universitarias traen consigo nuevas esperanzas de que la enseñanza de la ética se incorpore a la formación de pregrado como base para las conductas de los futuros médicos.