Los fabricantes llegaron a un acuerdo para reducir los costos de los motores desde el 2018

Publicado el 22 enero 2016 por Rd @iformulard
Los fabricantes de la Fórmula 1 han llegado a un acuerdo para reducir significativamente los costes de los motores que suministran a los clientes, y así asegurar que ningún equipo se quede sin unidades de propulsión, a cambio de mantener los motores turbo V6 hasta por lo menos 2020.
Mercedes, Ferrari, Renault y Honda tenían hasta el pasado viernes para presentar propuestas a la FIA, ya que el lunes y el martes se celebraban en Ginebra las reuniones del Grupo de Estrategia de la F1 y la Comisión de la F1.
A pesar de que la FIA no tiene previsto emitir un comunicado oficial, un portavoz explicó que se ha conseguido avanzar, y que el nuevo reglamento entrará en vigor a partir de la temporada 2018.
El Presidente de la FIA Jean Todt y el jefe de la Fórmula 1 Bernie Ecclestone, que recibieron el mandato a finales de 2015, habían propuesto un motor alternativo más barato, en el caso de que las conversaciones no llegaran a buen puerto.
Las dificultades que tuvo Red Bull para garantizarse un motor para la temporada 2016 pusieron en evidencia la problemática, ya que el equipo después de romper con Renault no alcanzó un acuerdo con ninguno de los otros fabricantes, Mercedes, Ferrari y Honda.
Desde la última era de motores V6 turbo que empezó en 2014, los acuerdos para suministrar motores a clientes han supuesto un coste para los equipos de unos 20 millones de euros por temporada, aunque se espera que con el acuerdo se rebaje a unos 12 millones de euros.
Para seguir reduciendo los costes, el número de cajas de cambio permitidas por temporada se reducirá a tres.
Todos los cambios precisarán ratificación formal por parte del Consejo Mundial de Deportes de Motor de la FIA (WMSC).