- Los antiinflamatorios no esteroideos. Pueden causar malestar estomacal, zumbido en los oídos, problemas cardiovasculares, problemas de sangrado y daño al hígado y los riñones. Las personas mayores corren un mayor riesgo de complicaciones.
- Los analgésicos, para dolores menos serios.
- Opioides, cuando los dolores son muy intensos.
- Los condroprotectores, sustancias naturales beneficiosas para el cartílago, frenando la progresión degenerativa en las articulaciones afectadas y disminuyendo el dolor. Entre los condroprotectores encontramos fármacos como el condroitín sulfato, el sulfato de glucosamina y el ácido hialurónico. Son medicamentos muy seguros, no tienen efectos secundarios y se pueden tomar durante largo tiempo.
Existen diversos fármacos recetados para combatir la sintomatología de la artrosis, tales como: