Los hortelanos urbanos

Por Mr @veggieweekend

La tierra y el agua son dos grandes elementos que nos ayudan a tener contacto directo con la naturaleza. Mis vecinos Isabel y Joaquín han descubierto ese amor por algo tan básico como el huerto. Dos personas dedicadas a sus profesiones pero que, cuando llegan a sus casas después de trabajar miran sus plantas, las riegan y sobre todo recogen los frutos que ellos han cultivado. Dos urbanitas con los cuales comparto la afición de la huerta-jardín.

Comienzan a principios de la primavera a preparar la tierra para unas semanas más tarde plantar tomates, patatas, calabacines, pepinos, aromáticas, etc. Desde ya que nada de insecticidas ni tierra con materiales químicos, todo es orgánico. A veces, en nuestras mañanas compartidas en el jardín hablamos de cuántos caracoles tenemos o miramos las primeras flores que nos darán frutos. Así son nuestros sábados matinales, ¡qué gusto la verdad!

Este año han plantado como unas 100 plantas de tomates de distintas clases: pera, morunos, raf y cherry. Digamos que tienen tomates para elegir, confieso que he probado los cherry y están muy sabrosos. El otro día le pregunté a Isabel si había preparado tomates secos y me comentó que tenía algunos secando. Esta oportunidad no podía dejarla pasar, decidí escribir este post y contarles cómo prepara los tomates secos.

Organizamos el set de fotos, debo decir que la dueña de los tomates me dio todas las armas para hacerlas, solo tuve que pulsar el botón de la cámara y hacer: ¡clic!

Ingredientes

  • 2 kilos de tomates redondos maduros
  • Aromáticas: orégano, albahaca, tomillo, romero
  • Sal gruesa o gorda
  • Aceite de oliva: cantidad necesaria

Preparación

Paso 1: Elegir los tomates

Isabel elige los tomates redondos (raf o morunos) que más maduros o rojillos estén. Les quita las hojas y los corta por la mitad. En una fuente grande los coloca uno al lado del otro y los adereza con sal gruesa. Se utiliza la sal para que el secado de los tomates sea mejor y los bichitos no se coman los tomates.

Paso 2: El sol

Coloca a pleno sol las fuentes con tomates. Pueden estar dos o más días enteros al aire libre para que se sequen bien. Es conveniente por las noches guardarlos dentro de casa.

Paso 3: La conserva

Cuando los tomates están secos, prepara unos frascos para hacer las conservas. Coloca uno a uno los tomates dentro del bote, los adereza con aromáticas como orégano, albahaca fresca, tomillo o romero, luego los cubre con aceite de oliva. Se puede agregar a esta preparación un diente de ajo pelado o granos de pimienta (verde, roja y negra). Los botes que prepara los deja unos días descansando antes de comerlos para que tomen bien el sabor de las especias, si la conserva está bien preparada pueden durar 6 meses en lugares frescos. Lo importante es que siempre el aceite cubra todos los tomates para que no crezcan hongos.
Mi madre cuando hacía conservas, preparaba una olla grande, colocaba los botes y los cubría de agua completamente. Hervía todos los frascos y luego los dejaba enfriar en el agua. Se suponía que así se hacían las conservas al vacío.

Tengo que agradecer a Isabel y a Joaquín por la paciencia que han tenido conmigo para hacer estas fotos en una tarde de verano muy calurosa. Lo bueno es que siempre los vecinos nos pueden invitar con un cerveza fría y ¡una buena charla!