Los incursores, de Mary Norton - Crítica - ¿Historias aclamadas?

Por Eltiramilla

• Título: Los incursores
• Autor: Mary Norton (ver ficha)
• Edición: Altea, 1985-1988
• Saga: Los incursores, Los incursores en el campo, Los incursores navegan, Los incursores en el aire, Los incursores vengados.

Arrietty Clock sueña con conocer a otros incursores (seres diminutos que subsisten gracias a lo que toman prestado de los humanos) y admira desde su enrejado el inmenso jardín exterior. Su padre, Pod, es un experto incursor que sale a incursionar cada vez que a la señora Clock, Homily, le hace falta algo para la casa. Viven bajo las tablas del suelo de la cocina, siempre ocultándose de los “serumanos”. La vida de esta diminuta familia cambiará cuando Arrietty sea descubierta por uno de esos “serumanos”: un niño enfermo llamado George, lo que desencadenará una serie de acontecimientos que les obligará a abandonar su hogar y salir al mundo exterior.

La serie, formada por cinco libros que narran las aventuras de los incursores, es una auténtica delicia literaria que, desgraciadamente, los lectores españoles se están perdiendo. Con un lenguaje exquisito y unos juegos de palabras verdaderamente ingeniosos (aunque hay que decir que muchos de ellos se pierden con la traducción, como por ejemplo el matiz de “Borrower”, que no termina de entenderse con la traducción utilizada: “incursor”), Mary Norton nos muestra un modo de vida, unas rutinas y una ambientación que nos dan una clara muestra de la portentosa imaginación y enorme talento de los que era poseedora, detallando cada una de las estancias habitadas por tan encantadoras criaturas y contándonos qué objetos de nuestra vida cotidiana utilizan ellos y de qué manera: es así como descubrimos, por ejemplo, que lo que para nosotros no es más que un viejo tapón metálico de un bote de medicamentos puede servirles a ellos como sartén para cocinar. Además, la autora nos da a conocer las cinco historias de forma distinta y original, siendo contadas en cada uno de los libros por diferentes “serumanos” que pudieron ser testigos de las peripecias de los diminutos incursores o que tuvieron la oportunidad de leer el diario de Arrietty. No puedo olvidarme de mencionar la exquisita creación de los personajes y sus líneas de pensamiento, sobre todo en el caso de la protagonista: a sus catorce años, Arrietty ha vivido toda su vida encerrada en su secreto hogar, sin haber conocido a nadie diferente a sus padres, sin haber salido al jardín, sin haber corrido sobre el césped bajo la luz del sol. Es por ello que la chica se hace cientos de preguntas y desea más que nada un cambio en su vida, y no duda demasiado cuando se le presenta la oportunidad de mantener contacto con el chico humano. Será entonces cuando comience a comprender que lo que ella conocía hasta entonces no era real, que el mundo es mucho más grande de lo que creía y que los “serumanos”, o seres humanos, no están ahí para complacer a los incursores.

Publicados en los años cincuenta, cada uno de los cinco libros que conforman la serie haría las delicias de grandes y pequeños de no ser porque actualmente la saga completa se encuentra descatalogada en España: el encanto de los personajes y de las historias, el humor, la emoción, la constante sensación de peligro que viven los protagonistas, el amor… Una lectura, como dije, deliciosa, y es una verdadera lástima que haya quedado en el olvido.