A pesar de que, según un estudio del CIS, un 27% de los españoles considera que los inmigrantes abusan de la sanidad y casi un tercio cree que la población foránea causa una disminución de la calidad de la atención sanitaria, lo cierto es que los inmigrantes utilizan menos recursos sanitarios que los españoles. De hecho, los usan un 40% menos que los autóctonos.
Así se muestra en la ponencia que presentará Juan Oliva, experto en economía de la salud y profesor de Análisis Económico de la Universidad de Castilla La Mancha, en las XXX Jornadas de la Asociación de Economía de la Salud, que se celebran en Valencia entre el 22 y el 25 de junio. "Hay que tener en cuenta que la población inmigrante es muy heterogénea, y es complicado generalizar o establecer patrones válidos en cualquier situación ya que habría que tener en cuenta factores como la cultura, el idioma, la situación en que vive cada familia, el motivo que los ha traído a España, etc.; sin embargo, los datos presentados sí profundizan en estos elementos para mostrar una visión más clara del estado de salud y utilización de servicios sanitarios de los nuevos españoles", señala Oliva.
La ponencia, basada en algunos de los más recientes estudios sobre el tema en nuestro país, constata además que hay diferencias en cuánto a qué servicios utilizan. Así, respecto a la Atención Primaria, los estudios presentados revelan que hay una diferencia menor entre el uso que le dan los españoles y el que le dan los inmigrantes. En cambio, la diferencia es más notable en las visitas al médico especialista en la utilización de los servicios preventivos. Se perciben diferencias, además, en el uso de los recursos sanitarios por parte de los inmigrantes en una u otras regiones de España. "Hay zonas con más inmigrantes en las que se pueden producir saturaciones ante el incremento de la población total, pero no necesariamente porque éstos hagan un mal uso de los recursos", señala el experto. No obstante, el aumento de la población inmigrante se ha traducido en una mayor demanda de seguros médicos privados, principalmente en grupos de renta media-alta y con hijos.
El menor uso de la sanidad por parte de la población extranjera se puede constatar, por ejemplo, con los datos del gasto medio anual en los servicios hospitalarios de atención especializada y en los servicios de urgencia de Atención Primaria. Así, para el caso de la Región de Murcia, en el año 2005, mientras que un español producía un gasto en estos servicios de 449 euros anuales, un inmigrante procedente de África generaba un gasto de 260 euros; un latinoamericano, de 222 euros; y un europeo, de 192 euros.
Una curiosidad respecto a estos datos son las variadas diferencias entre hombres y mujeres entre las distintas nacionalidades. Así, si entre un español y una española apenas hay dos euros de diferencia, 448 € unos y 450 € las otras, en la población inmigrante la diferencia es mucho mayor: de los 380 euros de gasto que origina una africana, a los 140 € del africano; de los 306 € de la latinoamericana a los 138 del latinoamericano; y de los 275 € de la europea a los 109 € del europeo. La principal causa de esta diferencia entre hombres y mujeres se debe a la utilización por parte de las féminas de servicios relacionados con el embarazo y el parto. Algo que no ocurre entre los españoles, debido "a la baja fertilidad de las parejas nativas", señala Oliva.
El trabajo que presentará Oliva saca a la luz también otros datos interesantes, como que los inmigrantes que vienen a España están más sanos que los que se quedan en su país, aunque soportan una mayor frecuencia de síntomas de ansiedad o depresión que los españoles; que las mujeres inmigrantes han contribuido al incremento de la fecundidad, pero también al incremento de las interrupciones voluntarias del embarazo; que se produce una importación de enfermedades transmisibles cuando regresan de pasar las vacaciones en sus países de origen; o que las mujeres inmigrantes denuncian con más frecuencia lo malos tratos, lo que, no obstante, no les asegura que vayan a obtener un mejor resultado.
Las XXX Jornadas de la Asociación de Economía de la Salud reúnen estos días en Valencia del 22 al 25 de junio a más de 400 expertos en economía de la salud, que analizarán diversos temas relacionados con los costes relacionados con la sanidad. Entre otros, la relación entre el precio del tabaco y los impuestos, las pérdidas laborales que suponen las enfermedades y los problemas de salud o la invisibilidad de los medicamentos huérfanos.