¿Pero por qué son especiales estos jardines? Pues porque los diseñó Antoni Gaudí. Os preguntaréis qué hacía Gaudí en estas montañas y cómo llegó a construir esta belleza arquitectónica rodeada de naturaleza. Todo tiene su relación con la fábrica de cemento Asland que se construyó a principios del siglo XX en Castellar de n'Hug, muy cerca de estos jardines. Os ampliaré esta información próximamente, ya que también fuimos a visitarla. Resulta que Eusebi Güell, un destacado miembro de la burguesía catalana, decidió construir esta fábrica para abastecer de cemento a la región y la diseñó con un sistema de bóvedas patentadas por Rafael Guastavino (otro arquitecto que hizo fortuna en Estados Unidos. Como muestra, mirad la magnífica bóveda de la iglesia St. John the Divine que construyó en Nueva York). La arquitectura de esta fábrica es maravillosa. No desmerece este calificativo que he leído: es una obra arquitectónica singular de primera magnitud. El problema es que el carbón que utilizaba la fábrica se extraía de las minas del Catllaràs, que estaban situadas a una distancia considerable. Para ello, Eusebi Güell encargó a Antoni Gaudí, que en aquella época ya era un reconocidísimo arquitecto, la construcción de un chalet que sirviera de vivienda para los trabajadores e ingenieros de las minas que abastecían de carbón a la fábrica de cemento.
Durante el tiempo que Gaudí necesitó para diseñar esta vivienda, entre 1905 y 1906, se alojó en casa de la familia Artigas, propietarios de una de las fábricas textiles más prósperas de aquella época. Sabed que en todo el curso del río Llobregat, que justo pasa por aquí, había muchas fábricas téxtiles. Era una de las industrias más importantes de Catalunya a principios del siglo XX. En agradecimiento por su hospitalidad, Gaudí les regaló el diseño de estos jardines en un terreno que la familia tenía justo delante de su casa y de su fábrica textil. ¡Un jardín privado pequeño, pero impresionante! En él, Gaudí dejó su huella y su pensamiento arquitectónico. ¿Os apetece verlo con más detalle?
Precisamente, lo que más me gustó de estos jardines fue la gran armonía existente entre la arquitectura y el entorno natural. Gaudí diseñó cada elemento en función de su ubicación, estableciendo un recorrido con varios puntos de interés y destacando, como veremos, la glorieta y el puente de piedra. Un vistazo rápido sirve para darse cuenta de la marca de su autor. ¡Indudablemente gaudiniano! Tras el cierre de la fábrica textil y el abandono de la casa por parte de la familia Artigas, los jardines quedaron abandonados hasta 1992, año en que se emprendió una restauración y se abrieron al público.
Ubicación geográfica
Visita: 08/08/2017
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