Los límites del arte bajo censura

Por Pilar
Siguiendo con el tema 'creativo' y 'original' de ayer, hoy os vengo con la noticia de la censura parcial de la exposición 'Kiss the pass hello' de Larry Clark que se celebra hasta el 2 de enero en el Museo de Arte Moderno de París.
El tema ha abierto el debate sobre los límites de la creación y una vez más, la disparidad de opiniones sobre lo qué es moral o no para investigar dentro de un contexto artístico. Hace meses, la polémica sobre la exposición de Fernando Bayona -ver aquí- y hace semanas El Arte de los Grillos Agonizantes y ahora?
Ahora es el turno de los menores 'problemáticos' que tienen sexo explícito, juegan con jeringuillas y pistolas para después hacer un calvo. Por ello, el ayuntamiento de la ciudad de las luces ha adoptado una medida: prohibir la entrada a la exposición a menores de 18 años, debido al carácter pornográfico de aproximadamente una decena de las 200 imágenes que se exponen.

Ante la medida, una visitante de 27 años declaró tras ver la muestra: "Me parece aberrante, una vez más estamos dejando a la juventud alejada de la cultura. Me resulta chocante también porque se trata de un centro público. Si fuera una galería privada podría entenderlo" y una amiga añadió "Sobre todo, es absurdo porque los menores ven cosas mucho peores en la televisión y en Internet".
Sea como fuere, el Museo de Arte Moderno ya debió de tener en cuenta estas particularidades al organizar la muestra, a juzgar por el conocido gusto de Larry por las polémicas al retratar mundos peligrosos y duros de los menores desamparados desde los años sesenta.
Censuramos exposiciones, artistas, portadas de discos, canciones, películas, libros, etc. Pero tenemos un concepto de censura anticuado. Ya no nos escandalizan 'Las tres Gracias', las pinturas de sexo en los lupanares de Pompeya o el 'Desayuno sobre la hierba', pero sí un anuncio de 'Calvin Klein' o 'Los penetrados' de Santiago Sierra, cuando como dice José Guirao posiblemente Hannah Montana sea más pornográfica, pero no en el sentido clásico del término.
Es hora de que actualizemos nuestro concepto de censura, sino lo que haremos será poner límites al arte, y sólo quedará algo que no podremos llamar 'arte', porque carecerá de la libertad creativa que cada artista pone en sus obras. Eso sí, algún límite tiene que haber: no matar, no ofrecer violencia gratuita, no experimentar con animales -mmm...Hirst-, es decir, no sobrepasar lo que se llama el Código Penal y que por tanto sea calificado de 'delito'.

Pero, la exposición se ha censurado porque en el Código Penal, en vigor desde 2007, se define como delito el hecho de "emitir por cualquier medio o soporte un mensaje de carácter violento o pornográfico [...] susceptible de ser visto o percibido por un menor".
La opinión de Larry Clark tras la notificación de la censura es de "ataque de los adultos contra los adolescentes. Es una forma de decirles: volved a vuestro cuarto, id a ver toda esa mierda en Internet. Pero no queremos que vayáis a un museo a ver arte que habla de vosotros".