Tal es el caso de Mercedes, el equipo alemán ha gozado de un gran rendimiento desde el 2014, lo que le ha permitido ganar todos los mundiales desde esa fecha, lo han hecho dominando casi a placer lo que los ha posicionado en una burbuja en la que era imposible entrar para cualquiera de sus rivales, pero ahora que tienen un claro rival que puede quitarles la corona y que incluso, puede que tenga un mejor coche, los germanos apelan a las supuestas “tácticas interesantes de Ferrari”.
No obstante, este tipo de incidentes son habituales en el mundo de las carreras, lamentablemente para Hamilton, le tocó a él en su casa. Pero los problemas comenzaron a cocinarse tras el GP de Francia, 2 semanas antes, en el que otro Ferrari, en este caso el de Sebastian Vettel, colisionó con el Mercedes de Valtteri Bottas, no provocó el abandono de ninguno de los dos, pero ambos cayeron hasta las últimas posiciones y se vieron obligados a remontar, cabe destacar que tanto Vettel como Raikkonen recibieron sendas penalizaciones de 5 y 10 segundos respectivamente.
“Están usando tácticas interesantes”, dijo Hamilton durante la rueda de prensa, James Allison, uno de los directivos del conjunto plateado, respaldó las declaraciones del piloto inglés, mientras que el siempre amigable y directo Niki Lauda, nos dejó comentarios envenenados como el siguiente:
“Si penalizaron 5s a Vettel y 10s a Raikkonen es porque los comisarios se están dando cuenta de algo”, por su parte, Toto Wolff es el que más frío se ha mostrado, pero no ha cerrado la puerta ante la posibilidad de que Ferrari haya colisionado apropósito con ambos Mercedes en 2 carreras.
El que más parecía defender esta tesis fue Hamilton, quien hasta llegó a saltarse el protocolo de las entrevistas a los 3 primeros antes de subir al podio, pero estos llantos es algo a lo que el británico nos tiene acostumbrados.
Incluso, ese mismo año, tras padecer de varios fallos mecánicos y ver como se le escapa el mundial, el inglés llegó a insinuar que posiblemente alguien dentro de Mercedes no quería que ganara, lo que evidencia que el del dorsal 44 es muy mal perdedor y que siempre anda buscando culpables externos de todas sus desgracias, ante tal argumento, los comentarios recientes de Hamilton en contra de la deportividad de Ferrari, pasan a ser simplemente irrelevantes.
Curiosamente, el día posterior al GP de Gran Bretaña, Lewis publicó en las redes sociales que Raikkonen se había disculpado con él, por lo que ha decidido pasar página. Desde mi punto de vista, lo sucedido entre el Ferrari #7 y el Mercedes #44 en la curva 3 en el GP Británico fue un incidente de carrera, además, estos actos no se pueden juzgar con tanta dureza ya que fue al comenzar la carrera, es decir, cuando todos los coches están muy juntos y el melé es difícil de evitar, sin embargo, Kimi fue sancionado, pagó por su error, fin del dilema; pero no creo que debió haberse disculpado, por otro lado, considero que el que debe una disculpa no solo a Ferrari sino a los aficionados de la F1 es Hamilton, por hacer acusaciones serias sobre otro equipo sin tener pruebas contundentes.
Todo este embrollo es solo una rabieta, un pataleo de niños malcriados que están viendo que ya no son los reyes de la casa, ha llegado un nuevo hermanito que pronto pasará a ser el consentido, y Hamilton es experto llorando y armando berrinches.
En fin, saliéndonos un poco del conflicto Ferrari-Mercedes, que seguramente se extenderá hasta fin de año, llegamos a otro de los protagonistas más llorones de la parrilla actual, Fernando Alonso, el ibérico volvió a pedir casi a gritos que se lleve a cabo alguna acción por parte de los comisarios con la “cuestión Magnussen”, ciertamente la conducta de Magnussen en pista es deplorable, terrible, antideportiva y creo que es el piloto más sucio de la parrilla, pero tampoco es para que pases media carrera acusándolo por radio con tu ingeniero para que este vaya y acuse al danés con el todopoderoso Charlie. ¿Qué pasa Alonso? Puedes hacerlo mejor ¿no?
Por ello, creo que el reglamento y la receptividad del director de carrera ante estos mensajes por radio, ha hecho que los pilotos de F1, comenzando por Alonso, pasando por Raikkonen, Hamilton y llegando hasta los insultos de Vettel, se hayan convertido en unos niños llorones dispuestos a armar berrinche en cualquier momento, o bien, simple señoritas que en vez de correr en los coches más rápidos del planeta, debería, como dijo la esposa de Kimi, irse a “bailar Ballet”.