Investigaciones anteriores han
sugerido que los niños de mujeres que usan ciertos medicamentos durante el
embarazo tienen más probabilidades de ser diagnosticados con autismo, partiendo
de esto un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina Icahn en Mount
Sinai en Israel desarrolló un nuevo método que les permitió evaluar
sistemáticamente los efectos de una amplia gama de medicamentos en el feto en
una muestra de casi 100,000 niños nacidos entre 1997 y 2007 y seguimiento del
autismo hasta enero de 2016. Los investigadores agruparon los medicamentos
recetados a las mujeres embarazadas según el objetivo biológico sobre el que
actúan esos medicamentos, en lugar de la condición del medicamento. El intervalo
de exposición fue todo el embarazo y las mujeres se consideraron expuestas a un
medicamento sin importar el número de recetas o su tasa de redención. Los niños
se clasificaron como expuestos si su
madre recibió una receta para cualquier medicamento durante el embarazo. Después
de ajustar el año de nacimiento del niño y una serie de factores maternos,
entre ellos su edad al nacer, el historial de trastornos psiquiátricos y
neurológicos y la cantidad de diagnósticos médicos relacionados con el
embarazo, los datos indicaron que la mayoría de los medicamentos evaluados no
influyeron en las estimaciones del riesgo de autismo en la descendencia. Este
estudio fue publicado hoy en la revista JAMA Psychiatry.