Los mejores roscos fritos de naranja

Por Carmina @Carminaenlacoci

Que sí, que ya te digo que éstos son los mejores roscos fritos de naranja que vas a tomar. Y si no, prueba a comer sólo uno… ¡es imposible!

Desde el momento que rebozas en azúcar el primero, ya estás deseando hincarle el diente porque entre el aroma que desprenden y lo tiernos que salen, tus glándulas comienzan a salivar con tal intensidad que casi te ahogas en tu propia saliva…

Y como todo cocinicas que se precie, antes de continuar la fritura, hay que probarlos, no vaya a ser que le falte algo (la excusa perfecta para calmar la ansiedad que se ha apoderado de ti)

En ese momento, comprendes que estás irremediablemente perdido y que no puedes dejar de comer uno, y otro, y otro…

Una de las claves es la fritura: indiscutiblemente los mejores roscos fritos de naranja tienen que hacerse con aceite de oliva virgen extra de variedad picual o cornicabra, ya que:

  1. Es el que mejor soporta las altas temperaturas sin degradarse. Aguanta perfectamente los 180º sin hacerlo.
  2. Es el que mas “cunde”: cuando se calienta, crece y aumenta su volúmen.
  3. Puedes reutilizarlo hasta seis veces tranquilamente sin que se haya degradado. Eso sí, procura que no pase de los 180º porque empieza a humear, señal de que se está quemando. Pero el resto de grasas vegetales, lo hacen antes, así que sigue siendo mejor que éstas. Además, para este tipo de repostería frita, en la que tienes que freír varias tandas, verás como no tienes que cambiar tanto el aceite como con otras grasas.
  4. Crea una película alrededor, haciendo que no empape tanta grasa como con el resto de grasas vegetales. Sí, es cierto, tus roscos tienen menos calorías.
  5. Precisamente por esta película, quedan muy tiernos y húmedos por dentro y crujientes por fuera.
  6. Dado que el aceite de oliva virgen extra está lleno de componentes saludables, no hay duda de que tu salud te lo va a agradecer. De hecho, comprobarás que no son tan indigestos como cuando los fríes con otras grasas vegetales.
  7. Lo de que toman el sabor “fuerte” del virgen extra… te aseguro que para nada: por suerte o por desgracia, cuando supera los 60-70º va perdiendo sus propiedades organolépticas, por lo que todos esos aromas que en crudo lo hacen tan “extra” desaparecen y por tanto, no esperes que tu fritura sepa a “hoja verde” a “tomatera” ni nada parecido. Además, tu casa te lo agradecerá porque no tendrás ese olor a “fritanga” característico del resto de grasas.
  8. No, no tengo acciones en ninguna fábrica de aceite ni me pagan comisiones por hablar de él, pero es que “lo que es, es”.

Definitivamente, éstos son los mejores roscos fritos de naranja, por su textura, su sabor y por su fritura.

De hecho, con esta cantidad te van a salir alrededor de 25 roscos y aunque parezcan muchos, van a volar tan rápido que te vas a arrepentir de no haber doblado las cantidades..

Ingredientes: 

  • La cáscara y el zumo de una naranja
  • 1 huevo
  • 75 g de azúcar
  • 75 g de aceite de oliva virgen extra
  • 300 g de harina de repostería
  • 1/2 sobre de levadura en polvo

Preparación: 

Comenzamos rallando la naranja y exprimiendo su zumo.

En la batidora o robot, echamos la ralladura de la naranja, el azúcar, el zumo de naranja y el huevo, y batimos hasta que el azúcar se haya disuelto.

Ahora añadimos la harina con la levadura y la pizca de sal, y mezclamos. Si lo haces con la batidora, quizás tengas que volcar la masa en un bol y terminar de amasar con las manos.

Se queda una masa muy pegadiza, casi imposible de trabajar.

Dejamos reposar unos 30 minutos, tras los cuales, la masa seguirá estando muy tierna pero podrás trabajar con ella.

Para que no se peque en las manos, engrasa éstas con aceite y forma bolas del tamaño de una albóndiga grandecita. Le haces un agujero en medio y con dos dedos lo vas agrandando con cuidado todo lo que puedas sin romperlo, ya que al freírlo crece y éste tenderá a cerrarse.

Debes freírlos con el aceite a temperatura media (mi placa llega hasta el 9 y yo lo fui haciendo entre el 6 y el 7). Esto es para que no se queden crudos por dentro y quemados por fuera.

Una vez dorados, los escurrimos sobre papel absorbente.

Hacemos una mezcla de azúcar y canela y los vamos rebozando antes de que se enfríen.

Dicen las buenas lenguas que pueden durar tiernos varios días, algo que no he podido comprobar porque al segundo día sólo quedaba un dulce recuerdo…. ¡QUE APROVECHE!!

Puedes probar también los Roscos fritos de anís, con un aroma y sabor super deliciosos; los Roscos fritos con molde o abuñolados, tan tiernos y ricos que acabarás con ellos en un santiamén, o los Rosquillos de sartén, los roscos fritos de toda la vida, con aroma a anís y limón.

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