Los movimientos antivacunas y la epidemia de sarampión en Europa

Por Boylucas

Niño con infección por sarampión. (Fuente: http://www.guardian.co.uk)

La Ciencia ofrece al mundo una forma diferente de ejercer el pensamiento y el conocimiento; como producto de lo humano está sujeta a errores continuos, pero también a revisiones constantes. En Ciencia no hay una verdad absoluta, todo es refutable. Eso en definitiva es lo que me gusta de este ambiente.

Es cierto que en él hay luchas de egos impresionantes, pero también es verdad que aquél que la practica está consciente de que sus teorías serán puestas a prueba. Es por eso que cuando veo que alguien quiere exponer un “descubrimiento” como dogma me hace sospechar. Por su puesto que tendrá seguidores que lo tacharán de mártir cuando lo ven “atacado” por aquellos que exigen pruebas a sus afirmaciones.

Para muestra basta un botón, Andrew Wakefield, médico británico que se ha hecho famoso gracias a las campañas contra vacunación que promueve. En febrero de 1998 salió la prestigiosa revista médica The Lancet, un artículo publicado por Wakefield y colaboradores donde afirmaban que la vacuna contra el sarampión, rubéola y paperas esta relacionada con el autismo. Años más tarde se demostró que el estudio que realizó fue un fraude, realizando estudios innecesarios y riesgosos en niños, alterando los resultados, etc., lo que le valió que se le retirara la licencia para practicar la Medicina en Inglaterra, por parte del Comité Médico General (GMC por sus siglas en Inglés), independientemente de si las conclusiones fueron acertadas o no, ya por demás demostrada su invalidez por investigaciones subsecuentes. Años más tarde The Lancet publicó una retracción al artículo de Wakefield.

No obstante Wakefield continua haciendo de las suyas, liderando un grupo de manifestantes, en actitud semireligiosa y fanática, quienes no aceptan razones, defendiendo a su líder cual víctima. Los resultado de que algunos padres ciegamente se negaran a vacunar a sus hijos tras la influencia de este pseudomédico son claras, un brote de sarampión en Europa ha puesto en alarma al mundo entero, si esa enfermedad que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pensaba ya casi erradicada a vuelto surgir.

Cobertura anual de vacunación (Fuente: http://news.bbc.co.uk/2/hi/7754052.stm)

Países como Bélgica, Alemania, Rumania, Serbia, España, Macedonia, Turquía han reportado nuevos casos.  Pero es tal vez en Francia donde la situación está peor, ahí se ha declarado una epidemia de sarampión tras haberse reportado cerca de 5,000 casos en el período entre enero y marzo, cifra muy similar a la reportada en todo el año pasado (5090), reportándose al menos 6 muertes y 300 casos de neumonías severas secundarias a la infección por el virus. En Inglaterra y Gales entre enero y abril se reportaron 275 casos de sarampión confirmados en laboratorio, el año pasado en el mismo lapso solo existieron 33. Para la Agencia de Protección de la Salud (HPA, en inglés) organismo británico, los relacionó con personas que han realizado viajes al extranjero y pequeños grupos de población infantil y jóvenes adultos no vacunados (entre 10 y 24 años). (Veánse las imágenes)

Resulta asombroso ver como la gente puede creer ciegamente en este tipo fraudes disfrazados de Ciencia y“martirismo”, pero es difícil convencerlos de realizar actividades de prevención en su salud o incidir en que dejen de fumar, por citar un ejemplo común. Suelen culpar a los intereses maquiavélicos de las compañías farmacéuticas y de sus títeres los médicos, pero no ven los intereses de las compañías tabacaleras, por ejemplo, que producen el cigarro, ese que tan a gusto se fuma mientras incrementa sus probabilidades de padecer cáncer.

Número de casos por año (Fuente: http://news.bbc.co.uk/2/hi/7754052.stm)

En el hipotético caso de que un adulto no quisiera vacunarse y la vacuna solo lo protegiera a él, lo respetaría, que haga lo que se le venga en gana. Pero aquí hablamos de algo muy distinto, en primer lugar de un niño inocente, sobre el que están  influyendo las decisiones de sus padres, totalmente fuera de cualquier sentido racional, y en segundo lugar la salud de la población, ya que un niño (o adulto en el caso de otras enfermedades) no vacunado es sinónimo de fuente de contagio para miles de niños y adultos más.

Así pues, el vacunar no es una opción, es una obligación moral e incluso creo, debiera ser también legal.

Fuente: BBC | HPA