La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha analizado el Proyecto de Real Decreto por el que se modifica la normativa que regula el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de los edificios (IPN/CNMC/052/22). Hasta este momento solamente un profesional de la arquitectura, arquitecto técnico, ingeniero o ingeniero técnico se reserva la exclusividad para realizar todos los certificados.
A partir de este momento se abre la posibilidad de que los certificados de eficiencia energética de edificio terminado lo realicen otros profesionales con formación complementaria.
Recientemente ha salido una nota de prensa en la que se indica que es positivo que en el Proyecto de Real Decreto desaparezca la reserva de actividad citada y se vincule a la capacitación técnica de los profesionales, tal como la CNMC y en todo caso, realiza los siguientes comentarios:
- Suprimir o justificar debidamente la reserva de actividad para las certificaciones energéticas de proyecto. Se recomienda la debida justificación de esta restricción o su supresión.
- Acreditación del contenido de módulos de formación. La CNMC considera positivo que se convaliden ciertos cursos en el caso de que el contenido haya sido superado en otras formaciones con anterioridad. Sin embargo, se recomienda no restringir la obtención de estas titulaciones en determinados centros o universidades, sino que tengan en cuenta los créditos cursados en cualquier titulación y/o universidad.
- Formación continua de los técnicos competentes ya registrados. Es necesario justificar la necesidad y proporcionalidad de esta exigencia sobre la base de razones imperiosas de interés general debidamente acreditadas. A falta de justificación, se propone su eliminación.
La opinión
La verdadera problemática de las certificaciones energéticas es que se consideren serias. Los programas habilitados y autorizados para la presentación de certificados energéticos son simulaciones que, aplicadas de la misma manera para el mismo edificio modelo, presentan resultados diferentes e incluso muy diferentes.
La formación específica de los técnicos es vital, puesto que a día de hoy los técnicos no tuvieron formación específica en sus planes de estudios sobre estos temas (y aunque estuviese en los planes de estudios, sus profesores no estaban formados)
Por esa razón la actualización de las competencias profesionales y de sus conocimientos es vital para que los procesos de certificación, tan importantes en un momento de cuestionamiento climático, permitan la reducción de los consumos reales y verdaderamente tengan que ver con lo realmente construido.
Para conocer lo realmente construido hay que tener los conocimientos avanzados sobre construcción, sobre la composición de los cerramientos, sobre cómo se pueden interpretar o simular diferentes soluciones constructivas, etc… El papel de «otros técnicos con una formación complementaria» puede llegar a ser dudosa, y desde el cariño por la profesión dudo de que pueda ser posible, rentable, e incluso viable para la verdadera eficiencia energética.
De primera mano te recomiendo si estás leyendo estas líneas y estás buscando otros profesionales para la realización de un certificado de eficiencia energética, aunque sea de un edificio terminado, que contactes con un profesional de la arquitectura o la ingeniería, ellos conocerán mejor que nadie como está compuesto el edificio, como es su envolvente y cómo condiciona la demanda energética y cuáles son las instalaciones que condicionan el consumo y las emisiones del edificio.