'Los nuevos esclavos cibernéticos'. Bajo este título científicos e investigadores de la Universidad de Málaga (UMA) exponen las últimas aplicaciones de la robótica en los campos de la medicina, la seguridad, la educación y el hogar. Robots cirujanos, de compañía o un capturador de movimiento son algunos de los modelos que pueden verse desde este lunes y hasta el 8 diciembre en el Centro de Ciencia Principia.
La exposición muestra las líneas de investigación que se están llevando a cabo en la UMA para que esta especie de 'mayordomos robóticos' realicen labores peligrosas o tediosas para los humanos o simplemente interactúen con las personas para proporcionar una mejor calidad de vida.
Según Eva Alarcón, jefa de sección del servicio de divulgación científica de la UMA, con esta muestra se pretende "hacer llegar a los ciudadanos la ciencia que se hace en la UMA". "Queremos que se sepa que el trabajo que realizamos tiene unos pasos y unos avances y que esto va a mejorar nuestro bienestar tanto en el hogar como en el trabajo. La gente tiene que saber para que se utilizan los fondos públicos", ha añadido.
El ERM, un robot cirujano desarrollado por el grupo de investigación del departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática, es uno de los ejemplos que pueden verse en esta muestra. Se trata del primer asistente robótico para cirugía laparoscópica concebido y fabricado íntegramente en España.
Según Enrique Bauzano,investigador del grupo de robótica médica, gracias a este robot quirúrgico los pacientes necesitan un tiempo menor de recuperación y las operaciones se reducen entre 10 y 15 minutos lo que supone un menor estrés y fatiga para el cirujano durante la intervención. Además, cuenta con un sistema de tolerancia de fallos y un sensor de orientación para evitar posibles errores.
Por su parte, el grupo de investigación de Ingeniería de Sistemas Integrados del departamento de Tecnología Electrónica de la UMA ha presentado un capturador de movimientos que permite, en tiempo real, analizar el movimiento de una persona y reproducirlo en un robot. "La idea es que la camara se sitúe en la cabeza del robot para que capte el movimiento de los humanos y sea capaz de saber que están haciendo y de imitar esa conducta", explica Juan Pedro Banderas, profesor del grupo.
El investigador ha asegurado que "se está planeando aplicar estos robots a diversos escenarios como guías de museos o camareros pero en el futuro se espera un uso más extendido para que puedan ayudar en tareas del hogar y sean capaces de avisarte del correo o las llamadas cuando llegas a casa".
Además, en esta exposición también podemos encontrar tecnologías relacionadas con las tareas de interacción humano-robot. Los de compañía o de divertimento, como 'Aigo' y el 'dinosaurio' que responden al movimiento de las personas o los de docencia, como 'Legos', que se construyen para enseñar a los alumnos la programación del software necesario, entre otros factores.
**Publicado en "El Mundo"