Los primeros síntomas de una infección por VIH
El VIH es una enfermedad de transmisión sexual que también se puede contraer por el contacto con sangre infectada o de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. Puede tomar varios años antes de que el VIH debilite el sistema inmunológico hasta el punto que produzca la enfermedad conocida como SIDA.
Al ser una enfermedad sin cura conocida, lo principal es la prevención. Pero una vez ocurrida la infección, los tratamientos y el cuidado pueden ofrecer una calidad de vida apreciable, por lo que es de suma importancia conocer su posible existencia.
Los primeros síntomas del VIH por lo general ocurren dentro de un mes o dos después de la infección. En muchas personas, los primeros síntomas del VIH son fiebre, dolor de cabeza, fatiga, inflamación de los ganglios linfáticos, erupciones.
Estos primeros síntomas del VIH por lo general desaparecen al cabo de entre una semana y un mes y se los confunde a menudo con los de otra infección viral. Durante este período el paciente se encuentra en una etapa de la enfermedad sumamente infecciosa. Los síntomas más persistentes o más grave de la infección por el VIH pueden no aparecer durante varios años después de la infección inicial.
Los síntomas que indican una infección temprana por VIH son muy comunes. A menudo, no se les puede distinguir de los síntomas de otra infección viral. Y algunas personas infectadas con el VIH no experimentan los primeros síntomas. En caso que una persona se encuentre preocupada por haberse encontrado en una posible exposición al VIH, se debe consultar con un profesional de la salud acerca de las opciones de diagnóstico.