Podríamos decir que son “bacterias buenas” para nuestro intestino.
Los probióticos se consumen normalmente en alimentos fermentados con cultivos vivos activos, tales como el yogur.
También están disponibles como suplemento en forma de cápsulas, viales bebibles o masticables. Hay muchas cepas diferentes de probióticos, pero las cepas más comunes disponibles hoy son Lactobacillus y Bifidobacterium.
¿Cuáles son los beneficios para la salud de los probióticos?
Ciertas cepas de probióticos han demostrado resultados positivos en el tratamiento de la diarrea y las gastroenteritis. De acuerdo con un informe publicado en la revista Journal of Pediatric Gastroenterology and Nutrition, los probióticos son
útiles en la prevención o el tratamiento de varios trastornos gastrointestinales, tales como la diarrea infecciosa, la diarrea por antibióticos, y la diarrea del viajero.
Un estudio publicado en el Journal of Pediatrics, llegó a la conclusión de que las especies de Lactobacillus son una forma segura y efectiva de tratamiento para los niños con diarrea infecciosa. Los investigadores concluyeron que
El uso profiláctico de Lactobacillus reduce significativamente el riesgo de diarrea intrahospitalaria en los recién nacidos, especialmente la gastroenteritis por rotavirus intrahospitalaria.
Sin embargo, investigadores de la Universidad de Swansea, Gales, Reino Unido, informaron en la revista The Lancet que los suplementos probióticos no reducen la diarrea asociada a antibióticos en las personas mayores.
La función cerebral
Los probióticos pueden ser beneficiosos para la función cerebral. Los investigadores de la UCLA descubrieron que la función cerebral mejoraba entre las mujeres sanas que consumían regularmente yogur con probióticos.
Además, las bacterias probióticas podrían tener el potencial de cambiar la neuroquímica del cerebro y mejorar la ansiedad y los trastornos relacionados con la depresión, según un estudio publicado en las Actas de la Revista de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).
Colesterol
Las investigaciones presentadas en las sesiones científicas de la American Heart Association en 2012 reveló que una formulación de Lactobacillus reuteri NCIMB 30242, es capaz de reducir los niveles sanguíneos de colesterol LDL o colesterol “malo”.
Presión arterial
Algunos estudios han encontrado que la leche fermentada con cepas de laboratorio pueden ayudar a reducir la presión arterial elevada.
Síndrome del intestino irritable
Hay una creciente evidencia de que los probióticos pueden ayudar a tratar el SII (síndrome del intestino irritable).
Dos artículos de revisión publicados en Nutrición en la Práctica Clínica, examinaron los enfoques terapéuticos para el síndrome del intestino irritable y encontraron que los probióticos, específicamente Bifidobacterium infantis 35624 (Bifantis®), son muy eficaces en el manejo de este síndrome intestinal.
Infección
Un estudio publicado en la prestigiosa Revista científica PNAS (Actas de la Academia Nacional de Ciencias), encontró que las bacterias probióticas pueden proteger contra la infección bacteriana.
La investigación demostró que el Lactobacillus salivarius ofrece una protección significativa contra la infección por Listeria.
La psoriasis y síndrome de fatiga crónica
Los científicos de la Universidad de Cork, Irlanda, concluyeron en un estudio que el Bifidobacterium infantis 35624 también puede tener beneficios para los pacientes con psoriasis y síndrome de fatiga crónica.
Cepas probióticas
Los cultivos probióticos se producen de forma natural en ciertos alimentos fermentados. Existen diferentes cepas de bacterias probióticas.
- Bacillus coagulans GBI-30, 6086
- Bifidobacterium animalis subscp. lactis BB-12
- Bifidobacterium longum subsp. infantis 35624
- Lactobacillus acidophilus NCFM
- Lactobacillus paracasei ST11
- Lactobacillus johnsonii La1
- Lactobacillus plantarum 299v
- Lactobacillus reuteri ATCC
- Lactobacillus reuteri Protectis
- Saccharomyces boulardii
¿Qué alimentos contienen probióticos?
Los alimentos que contienen probióticos naturales:
- El yogur
- El kéfir
- Los quesos curados
- El Kimchi
- El chucrut (sauerkraut)
- El Miso
- Tempeh (similar al tofu pero con fermentación)
- Algunas bebidas de soja
También hay productos disponibles enriquecidos con probióticos como zumos, chocolates, harinas y cereales.