El proyecto de ley de vivienda que tiene previsto aprobar hoy jueves el Congreso, permite a los propietarios de inmuebles ubicados en zonas tensionadas que, en los nuevos contratos, suban el alquiler hasta un 10 % sobre la renta vigente en los últimos cinco años si tiene una duración de, al menos, una década.
También podrán subir el precio un máximo del 10 % cuando la vivienda haya sido rehabilitada en los dos años anteriores. Siempre que esas obras cumplan ciertas condiciones de eficiencia energética y mejora de la accesibilidad, entre otras, según el texto al que ha tenido acceso EFE
La norma general
Como norma general, la ley establece para las zonas tensionadas que la renta será igual a la que haya estado vigente en los últimos cinco años en la misma vivienda. Una vez aplicada la cláusula de actualización anual (2 % en 2023 y 3 % en 2024), sin que se puedan fijar nuevas condiciones que repercutan en el arrendatario cuotas o gastos que no estuviesen recogidas en el contrato anterior.
Sin embargo, contempla excepciones, así como que en el contrato se establezca un derecho de prórroga al que pueda acogerse voluntariamente el arrendatario en los mismos términos y condiciones durante un periodo de diez o más años.