A pocos meses de dejar el cargo – el discutido gobernador regional – Nelson Chui Mejía – parece comenzar a entender que la corrupción es una traición a la confianza, disminuye la legitimidad del Estado y la estatura moral de la burocracia en los ojos de la población.
En ese sentido, el titular de Lima provincias no se hizo problemas y de manera tajante aseguró que si mucha de la gente que lo rodea ha cometido algún ilícito deberá ir a la cárcel a purgar condena.Al ser preguntado sobre los actos de corrupción en que aparentemente están inmersos muchos de sus funcionarios de confianza – entre ellos la ex subgerente de Administración y el Jefe de Recursos Humanos, Karím Romero y Gerardo Carhuatanta, respectivamente, Chui Mejía - respondió que sí están manchados deben terminar todos tras las rejas.«Bueno, implicados hay un montón. Acá en el FINVER también están implicados Javier (Alvarado) y otros más. Yo no tengo nada que decir. Si hay actos de corrupción que vayan presos», dijo de manera categórica.