Distintos
estudios demuestran que comer con rapidez y sin tranquilidad tiene
repercusiones negativas para el organismo. Comer demasiado rápido
podría aumentar el riesgo de padecer diabetes, de acuerdo a un
estudio preliminar, de la Universidad
Lituana de Ciencias de la Salud. Los
investigadores,compararon
a 234 pacientes con diabetes tipo 2 con 468 personas que no padecían
esta enfermedad, y encontraron que aquellos que comían con mayor
rapidez tenían 2.5 veces más probabilidades de sufrir de diabetes
que los que se alimentaban de forma más pausada. Es por ello que
para las grandes ocasiones gastronómicas, no hay que atiborrarse de
líquido, porque el estómago no tiene capacidad digestiva, y se
recomienda ingerir muy poca cantidad de alimentos fuertemente grasos,
los más dañinos a la hora de hacer la digestión asi como evitar
los alimentos muy voluminosos. Comer dos platos y un postre en cinco
minutos, no sólo asegura una mala digestión, sino que ocasiona
problemas digestivos más serios a largo plazo. Es recomendable
tomarse un mínimo de 20 minutos para comer a un ritmo adecuado y
masticar correctamente, o al menos sin tensiones