Muchas personas no tienen el mal hábito de fumar pero en su entorno familiar o laboral si lo hacen en forma regular por lo que se lo considera un fumador pasivo.
El humo del tabaco que está en el ambiente es altamente toxico para quien lo respira aunque no lo fume directamente.
Las afecciones que puede sufrir un fumador pasivo son:
-irritación de ojos, garganta
-problemas cardiacos
-cáncer de pulmón
-asma
-apoplejía
-nauseas
-dolor de cabeza
-enfisema
- EPOC
-enfermedades respiratorias en niños como neumonía, bronquitis, otitis, asma infantil entre otras
-tos
-problemas en el embarazo y desarrollo del bebe
-afecciones respiratorias
-muerte súbita en el bebe
Las personas que no fuman deben evitar exponerse a la contaminación ambiental con el humo de cigarrillos en forma prolongada. Ya que con el paso del tiempo las consecuencias en la salud aparecen con el desarrollo de diversas patologías.
Si una persona con la que convivimos fuma debemos convencerla que lo haga afuera de la casa para evitar que el humo se propague por todo el lugar y se conviertan las restantes personas en fumadores pasivos.
Si alguno de los padres fuma debe hacerlo cuando su hijo no está cerca para no exponerlo tampoco a las sustancias nocivas del tabaco.
Ser un fumador pasivo puede ser tan peligroso para la salud como un fumador activo.
No es suficiente airear la casa o tirar desodorante de ambiente en la casa ya que las toxinas quedan en el aire pero también en las cortinas, sillones y toda clase de objeto que allí haya.
Las mujeres embarazadas, bebes y niños son aun más sensibles al humo toxico del cigarrillo por lo que son propensos a sufrir sus efectos en la salud.