La Dra. Paula Rosso, del Centro Médico Lajo Plaza en Madrid, nos da algunas claves para seguirla todo el año:
1.- Apostar por los carbohidratos integrales o de grano entero. Pasta, pan y arroz, siempre en su versión integral.
2.- Eliminar los azúcares y harinas refinadas. Favorecen la formación de radicales libres y también la inflamación crónica del organismo.
3.- Cinco raciones al día de fruta y verdura, y ente ellas, una manzana al día. Todas las variedades de manzana (roja, verde y gala) son ricas en compuestos antioxidantes y nutrientes saludable. Como dice el refrán: One apple a day, keeps the doctor away. (Con una manzana al día, mantiene alejado al médico).
4.- Sí a los frutos del bosque (arándanos, frambuesas, moras, zarzamoras), ya que son auténticas joyas para el organismo: bajas en calorías y repletas de antocianinos, compuestos antirradicales muy poderosos.
5.- Consumir alimentos ricos en vitaminas C, E. Ambas favorecen el sistema inmune y tienen un efecto anti-inflamatorio. Se recomienda tomar de 500 a 1.000mg al día de vitamina C y de 100 a 400 UI al día de vitamina E. Varios ejemplos: pimientos, espinacas, nueces, aceite de oliva…
6.- Tomar un poco de sol. Sí, pero un poco (no vale quedarse al sol durante horas como un lagarto). Bastan 20 minutos de exposición moderada sol al día son suficientes para mantener unos niveles aceptables de vitamina D. Esta vitamina ayuda a neutralizar radicales libres y los riesgos de enfermedades degenerativas.
8.- Saborear un buen café. El café (mejor natural que torrefacto) protege contra la diabetes, el cáncer, la enfermedad de Parkinson y la de Alzheimer, siempre y cuando se tome de forma moderada, alrededor de 2 tazas al día. (Pero, ¡ojo! el café instantáneo es el que menos beneficios nutritivos aporta, o sea que café, sí, pero natural y recién preparado).
9.- El té, no solo a las cinco. Negro, rojo, azul, verde o blanco. El té, bebida que procede de la infusión de la planta Camellia sinensis, contiene un importante contenido en catequinas, polifenoles de gran efectividad contra los radicales libres, además de tener propiedades anti-inflamatorias. (La dosis recomendada es de 6 tazas diarias).
Un detallito importante: El té blanco es el más antioxidante de todos, seguido por el té verde. Y en cuanto a su preparación, en hojas tiene más propiedades beneficiosas que en bolsita.
10-.- Alargar la vida con los probióticos: La raíz griega de la palabra probiótico ya nos da unas grandes pistas de lo que vamos a tomar: “pro” y ” bios”, o lo que es lo mismo: “a favor de la vida”.
Los probióticos son microorganismos vivos que producen efectos positivos en nuestra salud, cuando se ingieren en las cantidades adecuadas. La mayoría de probióticos pertenecen al grupo de las bacterias lácticas (lactobacterias). Yogur, kéfir, miso, etc. son algunos de los probióticos naturales (sin necesidad de ninguna marca comercial en especial) que ayudan a regular los desequilibrios en la flora bacteriana, relacionados a menudo con una inmunidad deficiente….
Besos desde mi blog!!!