Los síntomas empeoran al atardecer: Síndrome de Sundowning

Por Luciapardo

Una queja común entre la mayor parte de familias que conviven con un enfermo de Alzheimer es que los síntomas empeoran cuando cae el sol y se acerca la noche. Esto es lo que se ha llamado Síndrome de Sundowning o Síndrome del Ocaso.

¿Por qué ocurre?

Al igual que ocurre con otras zonas del cerebro, en la enfermedad de Alzheimer (y en otros tipos de demencia) las áreas responsables de regular los ritmos circadianos se ven alteradas.
Por otro lado, existen otros factores pueden estar contribuyendo a la aparición de este síndrome:
  • Al final del día, la persona enferma está más cansada física y psicológicamente.
  • Con la caída de la luz diurna se producen juegos de luces y sombras que pueden generar mayor confusión en la persona enferma sobre lo que está viendo.
  • Durante las horas de sueño, para una persona con Alzheimer supone una gran dificultad distinguir entre la realidad y lo que está soñando. 
Estas circunstancias, unidas al deterioro de las áreas cerebrales que regulan el sueño, pueden contribuir a que aparezca el Síndrome del Ocaso.
¿En qué consiste el Síndrome de Sundowning?

Decía que es común entre las personas con demencia que los síntomas empeoren cuando cae la tarde. Principalmente, se trata de los síntomas de tipo conductual y psiquiátrico.
Con la llegada de la noche, la persona con demencia puede sentirse más desorientada, agitada, con un mayor nivel de ansiedad, manifestando estados de ira e irritabilidad. Este estado de angustia también se puede ver reflejado en comportamientos repetitivos como la deambulación o las estereotipias (movimientos repetitivos sin ningún fin). Durante este momento del día también pueden tener mayor presencia las alucinaciones e ideas delirantes, que contribuirán a que la persona se siente más alterada emocionalmente.

¿Qué podemos hacer?

1. Rutina de actividad diurna
Durante el día, intenta que tenga una rutina activa, realizando diferentes actividades. El que tengamos más sueño y estemos mas cansados cuando llega la noche, está influido también por el nivel de cansancio que nos haya generado el día. En personas con demencia, también es importante. Además, intenta que estas actividades sean, dentro de lo posible, a la luz del día. Esto ayudará a regular los ciclos circadianos.
2. Pautas y hábitos
Dentro de lo posible, es importante que la persona con demencia mantenga una rutina diaria establecida. Es decir, que no haya grandes variaciones entre unos días y otros. Tanto en relación a sus comidas y actividades, como en relación a las horas de sueño.
Mantener una buena pauta de sueño pasa por establecer los mismos horarios diarios para ir a la cama y para levantarse.

3. Mantener la casa bien iluminada
Tener una buena iluminación cuando cae el sol permitirá evitar los juegos de luces y sombras y, con ello, posibles confusiones por parte de la persona enferma.
4. Reducir el ruido y la activación
Conforme se acerca la hora del sueño, resulta adecuado ir reduciendo progresivamente la cantidad de ruido, que también puede generar confusión en la persona con demencia. Evita o reduce ruidos como los de la televisión, lavadora, teléfono, etc.
Además, conviene ir retirando actividades estimulantes con la llegada de la noche. Hasta dos horas antes de acostarse, debe evitar realizar ejercicio físico (por ejemplo, pasear) y todas aquellas actividades que contengan gran cantidad de estímulos (por ejemplo, ver la televisión).
5. Ambiente tranquilo y relajado
De cara a que tenga un buen descanso, intenta que el cuarto donde duerme sea tranquilo, sin ruidos y, además, que la temperatura sea agradable. Procura que sea un cuarto conocido y familiar para él o ella; si no lo es, introduce elementos que sí lo sean (fotografías, cuadros, cojines...). El entorno influye mucho en la calidad del sueño y esto ocurre, también, en personas con enfermedad de Alzheimer u otras demencias.