Y para entender la muestra debemos retroceder hasta los 60s, donde Bourgeois empezó a incluir en sus producciones materiales blandos inspirados en el negocio de reconstrucción de tapices que sus padres tenían en Francia. Una faceta que gozó de épocas de mayor y menor dedicación y que, con la muestra, tuvo la justicia que merecía.
Pero para Germano Celant no fue suficiente, y en colaboración con la artista antes de su defunción, editó un contundente volumen próximo al catálogo que contiene muestras de la genialidad de Bourgeois, con figuras, elementos florales y abstracciones cromáticas, todas ellas llevadas a cabo a partir de 2002 y hasta los últimos días de esta leyenda de nuestra historia reciente.