Una boda es un día mágico e inolvidable para los novios, pero a veces esa magia es tan grande que inunda también a los invitados. Eso ocurrió en la boda de mi querida amiga Malole con su amado Ale. Una boda, sencillamente perfecta. Perfecta en amor, en risas, en emoción,... Todo era especial y todo encajaba, desde el maravilloso vestido de la novia, hasta cada detalle de la decoración de la boda y los discursos, tanto los divertidos como los más emotivos, debo reconocer que me encantaron. Realmente el amor estaba en el aire y se podía sentir. Y como no podía ser de otra manera en este blog, la decoración tenía que tener una mención especial. En este caso no fue el resultado de una única persona, sino de un hermoso trabajo de equipo. Junto a Conchi de la floristería El Arriate trabajaron tanto Malole como su madre y su hermana. Asiduas lectoras de blogs de decoración, tenían cientos de ideas y una visión muy clara de lo que deseaban para un día tan especial. Si siguen atentos les iré contando cada detalle.
La idea de los salva tacones fue de la madre. Magnífica idea cuando hay césped. Reconozco que era la primera vez que los veía pero ya son fan.
Amantes de la música y los viajes, los propios novios diseñaron los meseros. Los hizo Chedey Reyes, un amigo de Ale. A mí me tocó Japón y fue como una premonición porque está entre mis viajes soñados.
Los centros de mesa, las maletas del sitting y los arreglos florales fueron de Conchi.
El glosario con las flores en la pared fue idea de la novia y se convirtió en toda una atracción en la boda. Creo que no quedó nadie que no se fotografiara en este lugar. Magnífico, Malole.
Chicos, gracias por una boda tan llena de amor, entre ustedes y hacia todos. Y no podía despedirme sin mostrarles parte de el vestido. El primero de novia diseñado por Elena Rubio. Enhorabuena Elena, realmente un vestido precioso, fiel reflejo de una hermosa novia.
Las fotos son cortesía de María Selegna, una joven fotógrafa cuya mirada se ha ganado una próxima mención en el blog. Me confieso desde ya, enamorada de su trabajo. Fueron tantos detalles los que hicieron mágico este enlace que me temo que habrá una nueva entrada. Quedan por llegar las fotos de Leo y el vídeo de Antonio Domingo, de Reflejos Digitales. No lo he visto aún, pero no puedo estar más convencida de que será magnífico como todo lo que hace.