Me parece una cuestión peliaguda ya que que cada parto es diferente. Sin embargo creo que hay ciertos puntos que se pueden tomar como comunes y que sin duda ayudan a vivir esa experiencia vital como una de las más bonitas que una mujer puede tener.
Ahora sí, os hablo de cómo dí a luz a Chloé el día 3 de Noviembre. Estaba en la semana 39 y 3 días y acudí a mi cita con monitores a las 9 de la mañana. Iba, permitidme decirlo, monísma!!! Jaja y totalmente ignorante de lo que iba a acontecer ese lunes. De echo tenía mucho trabajo y llevaba mi ordenador y agenda, me había maquillado, peinado normalmente… En fin, que estaba hecha un pincel como dicen las abuelas.
Os cuento este detalle porque siempre quise dar a luz “estupenda” jajaja. Lo de salir en plena noche en pijama, con pelos revueltos, las gafas puestas y a toda prisa no me emocionaba. Yo me imaginaba dando a luz de día, sin prisas, sin atropellos de última hora, y a ser posible, y dada mi coquetería, sintiéndome guapa.
Dejando a un lado lo anecdótico, os aconsejo a todas, que sea cuando sea, os imaginéis y penséis para vosotras un parto hermoso, independientemente de cual sea el cada una quiera para sí misma. Este es mi primer consejo para que todo fluya con absoluta normalidad. Conocéis la ley de la atracción? Es la creencia de que los pensamientos (conscientes o inconscientes) influyen sobre las vidas de las personas, y según los partidarios de dicha ley, creen que los pensamientos que una persona posee (sean estos conscientes o inconscientes), provocan emociones, creencias y consecuencias, "tú obtienes las cosas que piensas; tus pensamientos determinan tu experiencia". Aplicadla!
Retomo mi relato. Tras ver el resultado de la monitorización, en la que miden la frecuencia de las contracciones y el estado de tu bebé, mi ginecóloga decidió dejarme ingresada. Cuando me miró seriamente tras reconocerme y me dijo con una sonrisa, tú no te vas a casa porque hoy vas a ser madre, lloré de emoción y felicidad. Iba a conocer a Chloé por fin. No sentí ningún miedo, me acordé de la famosa ley y me dejé llevar. Me explicó que el cuello del útero estaba borrado, había dilatado de 3, y Chloé ya necesitaba salir, a penas tenía espacio. Todo ello hizo que me provocaran el parto con una rotura de bolsa. Algo que realizan de modo sencillo, hace que salga el líquido y que el alumbramiento comience. No duele, ni molesta, tranquilas.
Una de las preguntas que solemos hacerle a la matrona en las clases de preparación es cuándo y cómo sabemos que ha llegado el momento. Es normal porque en la recta final es frecuente sentir contracciones que son más o menos intensas. Pero las del parto son diferentes. Son de parto jajaja Es decir duelen, eso es así.
Un parto duele. Pero ojo, todo lo que tú quieras que duela. Afortunadamente hoy en día la anestesia epidural es una gran ayuda que nos proporciona la medicina y te aconsejo su uso para paliar el dolor. Te la pondrán cuando tú lo decidas y si te dejas ayudar por el personal del hospital y escuchas sus consejos te sentirás mucho mejor. Aquí llega otro de mis consejos. En la vida padecemos muchos dolores y acudimos por ellos antes o después al hospital. Quién no ha tenido una infección de muelas, una gastroenteritis, una otitis, una rotura… mil percances. Todos ellos duelen no? Bueno pues el parto es otro de esos dolores pero a la vez es un privilegio, ya que solo nosotras lo “disfrutamos”. Si mantienes la calma, respiras como te han enseñado y tienes claro que de todo ese proceso vas a tener el REGALO MÁS MARAVILLOSO, créeme que todo se vuelve único.
Mi parto dio comienzo a la 1 de la tarde más o menos y a las 6.35 nació Chloé. Me puse la epidural con una dilatación de 7-8 y durante el parto tuve a Sergio todo el tiempo a mi lado. Nos reímos juntos, charlamos un montón e incluso contesté algún que otro mail. Diría que fue un momento de intimidad divertido y que disfrutamos los dos. Al final del proceso, como me vieron que estaba tranquila y controlada, la matrona me dejó que estuviera un rato empujando yo sola. Fue más o menos la última hora. Sergio me ayudaba y Chloé desde dentro. Sentía todas sus fuerzas y ganas de venir al mundo en cada contracción.
A las 6 más o menos apareció el equipo que me iba atender. Recuerdo perfectamente que me dijeron. Ha llegado el momento, tu hija va a nacer….
Cuando Chloé apareció no podía dejar de decir entre lágrimas de emoción mi hija, mi hija, mi hija… Vino a mí una preciosidad exóica, con mucho pelito oscuro, de ojos rasgados, calentita y resbaladiza, que pude tener desde el segundo 0 encima, piel con piel.
Un último consejo, retened ese momento para siempre. Fijad cada microsegundo en vuestra memoria, en vuestra alma, en cada poro de vuestra piel. Esa sensación, esas emociones, esos olores… Y entenderéis entonces lo que os he querido transmitir con este post, que EL PARTO NO ES SINO UN REGALO, UN PRIVILEGIO Y UN HONOR.
Yo viví una de las experiencias vitales más hermosas que tuve, tengo y tendré y pasaría por ella todos los días. Y espero que sea así para todas vosotras.
GRACIAS POR LEERME Y COMPARTIR CHICAS. MAMIS PRESENTES, PASADAS O FUTURAS, o simplemente MUJERES, SOIS, SOMOS LAS MEJORES!!!
--- // ---Sorry this post is only in spanish. A lot of Love!
Photo: Sergio Espinosa (Feel TheSign)