Ludopatía. ¿Por qué jugamos?

Por Andi

El juego es una actividad básica dentro del desarrollo de todo ser humano. A través de él, y desde muy pequeños, aprendemos a socializarnos y a disfrutar de sus efectos gratificantes. Ya de mayores, el tipo de juegos hacia los que nos sentimos atraídos va cambiando gradualmente, mostrándonos cada vez más interesados en aquellos relacionados con LA FORTUNA Y EL AZAR (máquinas tragaperras, ruletas de casinos, cartas, etc).

Aunque muchas personas saben disfrutar de este tipo de juegos sin perder el control (jugadores sociales), muchas otras llegan a convertirse en los denominados JUGADORES PATOLÓGICOS. Estas personas fracasan reiteradamente en su intento por resistir el impulso que les lleva a jugar, quedando enganchadas a él y necesitando cantidades de dinero cada vez mayores para seguir apostando. El juego ya no es divertido, pues termina por crearse un círculo vicioso gobernado por las pérdidas, de modo que la ilusión inicial de hacerse rico termina por convertirse en una angustia terrible al tratar de "RECUPERAR LO PERDIDO".

Aproximadamente el 50% de los jugadores patológicos (son ludópatas o tienen ludopatía) se sitúan en el rango de edad que va de los 17 A LOS 34 AÑOS, los cuales muchas veces se ven obligados a cometer robos, estafas o pedir dinero prestado a sus propias familias para poder seguir apostando. Este trastorno llega verdaderamente a destrozar familias.

Para lograr superarlo, resulta muy importante detectar el problema lo antes posible para así poder iniciarse el tratamiento adecuado, en el cual la ayuda de la FAMILIA y de los AMIGOS va a resultar esencial.