Para modernizar y adecuar a los tiempos la industria vitivinícola y su economía, el 8 de septiembre de 1932, el Presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora Torres, a propuesta del Ministro de Agricultura, Industria y Comercio, Marcelino Domingo Sanjuán, rubricaban el Decreto regulando la producción y venta del vino y sus derivados. También, la creación del Instituto Nacional del Vino (Gaceta de Madrid núm. 257, de 13 de septiembre de 1932). Es conocido como "Estatuto del Vino y del Alcohol", aunque una rectificación al Decreto (Gaceta de Madrid núm. 259, de 15 de septiembrede 1932) ordenaba la sustitución de "Estatuto del Vino y del Alcohol" por "Decreto regulando la producción y venta del vino y sus derivados".
El 4 de noviembre de 1932 para completar el Estatuto se firmaba el Decreto de constitución del Instituto Nacional del Vino (Gaceta de Madrid núm. 310, de 5 de noviembre de 1932).
Por el Decreto de 14 de enero de 1933 se aprobaba el Reglamento del Instituto Nacional del Vino y organización corporativa de los intereses vitivinícola-alcoholeros (Gaceta de Madrid núm. 17, de 17 de enero de 1933). Por el Decreto de 28 de enero de 1933 (Gaceta de Madrid núm. 31, de 31 de enero de 1933) se completa el Instituto Nacional del Vino con una representación parlamentaria de dos vocales.
Dada la importancia del Decreto se procedería a la tramitación como ley y el sancionado por las Cortes Constituyentes.
El 26 de mayo de 1933 las Cortes Constituyentes decretan y sancionan la Ley del Vino (Gaceta de Madrid núm. 155, de 4 de junio de 1933).
Se aprueba su primer "Reglamento" por Orden de 19 de enero de 1935 (Gaceta de Madrid núm. 22, de 22 de enero de 1935). La Orden de 25 de abril de 1935 (Gaceta de Madrid núm. 119, de 29 de abril de 1935) explicita "... , toda vez que dicho Consejo es el primero de los constituídos con arreglo a lo dispuesto en el Estatuto del Vino. Ley de 26 de mayo de 1933, ...".