Ni os explico el trabajo para hacer todas las florecitas, las hojas y las mariquitas de las macetas. Horas y horas después de la cena. Pero afortunademente me ayudó mi cuñada Olga y Ares, que vino a ver un partido de fútbol y le tocó trabajar. Pero alucinó tanto cuando vió la sorpresa que estaba preparando que no dudó en sentarse con nosotras a montar las flores. Os pongo algunas fotos:
Por cierto, las fotos en blanco y negro son obra de mi cuñada, que es una loca de la cámara.