Un estudio publicado en la revista Pediatrics encontró que las mujeres embarazadas obesas
tenían 1,6 veces la probabilidad de tener un hijo o hija con autismo y más del
doble de tener un bebé con otra dificultad en el desarrollo. Las mujeres con
diabetes, tanto la de tipo 2 como la diabetes relacionada con el embarazo
tienen 2,3 veces la probabilidad de tener un hijo con retraso en el lenguaje o
el aprendizaje. Estos estudios epidemiológicos, donde se analizan condiciones
que muestran una correlación positiva no permiten determinar relaciones
causa-efecto, tan solo que los niños con autismo tienen más probabilidad de
tener una madre con obesidad que los niños sin autismo. El estudio se llevo a
cabo en la Universidad de California, Davis, e incluyó 1004 niños entre 2 y 5
años de edad, nacidos en California y que ya participaban en otro estudio de la
misma universidad, el proyecto CHARGE (Childhood Autism Risks from Genetics and
the Environment). El estudio estadístico de los datos de niños y madres mostró
que todos los trastornos metabólicos eran más frecuentes en las madres de niños
con un trastorno del desarrollo que los controles pero no había relación entre
presencia de diabetes en la madre y desarrollo de autismo en el hijo pero sí
parecía haber una conexión entre obesidad de la madre u otra condición
metabólica y desarrollo de autismo por el niño. Por otro lado, los retrasos en
el desarrollo iban asociados con la obesidad y la diabetes y en menor medida
con cualquier otra condición metabólica.