El 1 de diciembre comenzó en Madrid la campaña de vacunación contra la varicela. Un mes antes del mejor calendario previsto, comienzos de 2016. Para ello han sido fundamentales acciones de lobby y presión corporativa. Y todo para vender más una vacuna que ya se aplicaba con rigor pero que ahora puede crear más problemas de los que solucione.
Tras una campaña de marketing del miedo de manual de la farmacéutica Sanofi Pasteur Merck, Sharp and Dohme (MSD), que fabrica la vacuna Varivax, el pasado mes de junio, en el transcurso del Congreso anual del principal lobby de los laboratorios fabricantes de vacunas, el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP), el ministro Alfonso Alonso anunció la vuelta de la vacuna de la varicela al calendario de vacunaciones.
Después, en julio, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) aprobó la incorporación de esta inmunización con dos dosis, la primera a los 12-15 meses y la segunda a los 3-4 años de edad, a partir de 2016.
El ministro dijo en su día que el impacto de esta medida para los presupuestos de 2016 ronda los seis millones de euros y 14,5 para el siguiente. La vacuna en España tiene el precio más elevado de toda la Unión Europea, 71 euros por dosis).
La inclusión de esta vacunación en el calendario español era una de las variadas reivindicaciones de los pediatras de la AEP, que llevaban tiempo reclamando que se tomase esta medida. Sobre todo a raíz de que la Agencia Española de Medicamentos bloqueó la venta de la vacuna de la varicela Varivax por hacerse un uso abusivo de la misma.
El lobby de la AEP ha celebrado la medida, no obstante, otros profesionales sanitarios, entre los que también hay pediatras y especialistas que atienden a la infancia, como los de No Gracias, han documentado la “conexión comercial” del citado lobby.
Además, la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) ha explicado en reiteradas ocasiones su oposición al adelanto de la vacunación contra la varicela ofreciendo criterios científicos.
También el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) ha publicado en 2015 un informe sobre la vacunación de la varicela. No cuestiona la eficacia y seguridad de la vacuna, pero advierte que varios de los modelos de su efectividad se basan en asunciones sin confirmar, de modo que en sus conclusiones señala las lagunas en el conocimiento, entre ellas:
-Los mecanismos inmunológicos del Herpes zoster [La vacuna de la varicela previene 0,6 días de ingreso hospitalario por varicela pero aumenta 1,1 los días de ingreso por herpes zoster. Es decir, una vez más es peor el remedio que la enfermedad]“.
No hay que olvidar tampoco en este “culebrón” que hay altos funcionarios de la Administración sanitaria que han denunciado públicamente las técnicas mafiosas utilizadas contra ellos para que volviera a venderse la vacuna de la varicela.
De nuevo el lobby y los intereses comerciales privados han ganado a la sensatez.