Madrid en tres plazas y algunas curiosidades

Por Lacajita


Vuelvo de nuevo a hablaros de otro rincón de mi ciudad, ¡Madrid!. Se me llena la boca cuando hablo de ella, me gusta perderme por sus calles descubriendo en cada paseo cosas nuevas que me siguen sorprendiendo. Mientras recorro las calles y plazas del Centro me empapo de la magia de las historias y leyendas que circulan por sus calles. El Centro es el origen de la ciudad y toda su esencia.
En este recorrido voy a contaros algunas de esas historias, leyendas y curiosidades sobre la historia de la Villa. 

Plaza de Oriente Enfrente del palacio Real, está la plaza de Oriente. Esta plaza tiene unas hileras de estatuas, que en su origen iban a servir para adornar la parte superior del palacio, pero ante su enorme peso, entró el temor de colocarlas y decidieron no hacerlo. Aunque la leyenda popular dice que la reina Isabel de Farnesio soñó que si ponían las estatuas en el tejado estas le caerían encima, y ordenaron colocarlas en distintos sitios de Madrid: La plaza de Oriente y el Retiro entre otros.
 Imágnes de las estatuas de El Retiro, las de la Plaza de Oriente han salido mal :( En concreto estas imágenes tienen un significado muy especial para toda mi familia
Plaza Mayor
 La plaza mayor que hoy podemos disfrutar paseando por ser peatonal, no siempre ha sido así. Por sus 114 arcos pasaban coches de caballos, tranvías y posteriormente turismos. No fue hasta los años 60' cuando quedó cerrada al tráfico.

Construida en el siglo XVI, esta plaza se llamó plaza del Arrabal en sus orígenes y ha tenido un montón de nombres mas a lo largo de su historia.


Desde los edificios que tiene alrededor se puede acceder a las cuevas que tienen todos ellos. 

Puerta del Sol
Esta es otra de las plazas de Madrid que ha sufrido un montón de remodelaciones, pero si hay algo que caracetiza a la plaza, es el famoso reloj con el que la mayoría de los españoles nos tomamos las uvas en Nochevieja.
La estátua del oso y el madroño es otro punto de la Puerta del Sol de los más conocidos
El reloj se mandó poner en 1774, porque antiguamente era obligado rezar el Ángelus a las 12 del mediodía (sí, si, eso pasaba en nuestro páis y no hace tantísimos años). Los madrileños a esa hora, se tenían que detener, quitarse el sombrero y ponerse a rezar. Pero evidentemente la mayoría no lo hacía, poniendo como excusa que no habían oído las campanadas de las iglesias. Por ello se instaló el reloj en lo alto del edificio de Correos y Postas (ahora sede de la Comunidad). El reloj además de dar las campanadas con un tono muy alto, deja caer una bola.
La Mariblanca mirando al reloj También hay otra historia muy bonita. En la puerta del Sol había una fuente que se llamaba La Mariblanca, y había una canción popular en la que se relataban los amores de la fuente y el reloj. La Mariblanca fue trasladada en alguna de las múltiples remodelaciones, y ha estado desaparecida duranatae muchos años, pero desde octubre de 2009, una réplica de la estatua que presidía la fuente, está de nuevo en la Puerta del Sol
"...En Madrid había una fuente llamada la Mariblanca fuente más bonita que esa nunca la tuvo una plaza En su pilón noche y día un reloj se reflejaba era el reloj que en Madrid, marca las horas de España
Los relojes tienen alma, por lo cual se enamoró, de la bella Mariblanca y un día se equivocó Era severo y anciano el señor corregidor
y prendió a la Mariblanca con el máximo rigor.
Y el reloj desde entonces al dar la hora
no se sabe de fijo si toca o llora..."

Y después del paseo por estas tres plazas, tenemos que ir a reponer fuerzas, así que nos dirigimos a una calle cercana a la Puerta del Sol, la calle Tetuán a tomarnos un soldadito de Pavía (bacalao frito) con una cerveza fresquita en Casa Labra, abierta desde 1860 ¿Una curiosidad de allí? Pues en ese lugar se fundó el partido socialista en el año 1879.

Os pensaba poner la receta, pero como Nieves ya nos preparó unos para La cajita, creo que será mejor que veáis los suyos, ya que con el tiempo han perdido tamaño los de aquí.
Y por supuesto después del bacalao unos callos a la madrileña, que junto con el cocido es uno de los platos más castizos, y los encontraréis en la mayoría de las tascas, tabernas, bares, mesones y restaurantes de la zona.

Bon appétit